Construyen tres aulas con botellas plásticas

Han imitado un proyecto que se ejecutó a inicios de año en un centro escolar de Nahuizalco, en Sonsonate

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Ante la necesidad de más espacio para los estudiantes, el fundador tomó la iniciativa de utilizar botellas recicladas para la construcción de otras aulas de clases

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Por Iris Lima

2015-12-20 8:00:00

SANTA ANA. “Yo vi en El Diario de Hoy cuando alguien construyó una cocina en el campo con botellas plásticas y decidimos imitar eso”. Así inicia el estadounidense Kenton Moody la historia de la construcción de tres aulas con material reciclado en la escuela Hosanna Kenton Lamar Moody, ubicada en la comunidad Cantarrana, del cantón Brisas de Cantarrana, al poniente de la cabecera departamental.

El ciudadano estadounidense, quien fundó hace cuatro años este centro educativo, hace referencia a una publicación del 27 de abril pasado que hizo este rotativo sobre la construcción de una cocina-comedor en el centro escolar Anal Arriba, de Nahuizalco.

Moody explica que el trabajo inició semanas después de la publicación. 

Comenzaron a buscar en internet sobre la construcción con botellas plásticas y luego involucraron en la recolección del material a niños y jóvenes, padres de familia y docentes.

En octubre, que cerraron la campaña, hicieron el conteo de siete mil botellas de diferentes tamaños.

Trabajo en equipo

En los trabajos de edificación involucraron a residentes de la misma comunidad, para generar empleo, estudiaron varios tutoriales de internet sobre este tipo de construcción, y comenzaron a trabajar la primera semana de noviembre. Esperan tener la infraestructura lista este mes.

“No reunimos las suficientes (botellas), quizá necesitábamos más de 20 mil, pero al menos con lo que recolectamos podemos construir y enseñarles a los niños que estamos preocupados por el medio ambiente. Además, es más seguro y más fresco”, reconoció Moody, quien agregó que en los trabajos también han utilizado hierro y cemento en los cimientos, bases y columnas. El proceso ha sido básicamente de construcción tradicional, con la diferencia de que sustituyeron los bloques o ladrillos por botellas rellenas para darles solidez.

Asimismo, adelantó que decidieron que al terminar los trabajos los tapones de las botellas quedarán a la vista para que los niños siempre recuerden el esfuerzo que hicieron para levantar esas aulas.

Pero la construcción de las aulas no solo fue por imitar aspectos positivos de otro centro escolar, sino también nació de la necesidad de contar con más aulas. 

Por ejemplo, el fundador de la escuela explicó que hasta este año, los niños de primero y segundo grado estaban juntos, ante la falta de espacios. Es así como dos de las aulas serán para ubicarlos en espacios separados. Mientras que el tercer salón será para los docentes, quienes actualmente tienen una sala reducida para trabajar.

Por su parte, la directora de la institución, Carmen Elena Toledo de Matamoros, manifestó que la experiencia ha sido satisfactoria, sobre todo porque ha permitido involucrar a toda la comunidad en la elaboración de un proyecto de beneficio para los niños de la zona.

Una madre de familia dijo que antes de la campaña, en su casa quemaban la mayor parte de las botellas plásticas. Pero desde que iniciaron con la recolección han visto la importancia de reciclar.