En la Cima III, no pagan extorsión; pagan el alquiler de una casa para la PNC

Los mareros cobraban “renta” en efectivo y en especie, por ejemplo, con piezas de pollo frito.

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En la Cima III bajaron las extorsiones luego que los habitantes decidieron pagar el alquiler de una casa donde funciona un puesto de la PNC.

/ Foto Por EDH

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2015-12-20 8:00:00

Desde hace más de tres meses, los miembros de la MS de la colonia Brisas de Candelaria  no comen pollo frito, al menos no de gratis. Ese gustito ya no se lo dan desde que los vecinos de la Cima III solicitaron un puesto policial.

La Cima III es por hoy, uno de los pocos lugares que hay  en San Salvador, libre de mareros, según policías asignados a ese lugar.

Pero hasta hace unos tres meses,  los MS de Brisas de Candelaria y  los 18 R que tienen presencia en la colonia San Patricio (y que controlan las Cima 1, 2 y 3), se turnaban para cobrar extorsiones a farmacias, librerías, pupuserías y hasta a los residentes.

Un policía asignado a ese lugar me comentó, con evidente entusiasmo el trabajo que han hecho con ayuda de la comunidad. “Una de las primeras cosas fue erradicar la renta. Agarramos un marero que en bicicleta con canasto simulaba ser vendedor de pan. Cuando lo paramos y registramos, debajo de la manta no llevaba pan sino un puño de piezas de pollo que cada semana exigían a un restaurante de aquí. Le pedimos la factura pero dijo que no le habían dado; se las decomisamos”, dijo.

Alrededor de la Cima III, están la colonia Brisas de Candelaria, la Cima I, II y IV, y la colonia San Patricio, donde hay presencia o control de la MS y de la 18 R. Ambos grupos.

Los mareros de esos lugares habían llegado a un acuerdo para extorsionar la Cima III. Se alternaban el cobro de la rente en efectivo o en especie. Y ya era normal ver pandilleros en las esquinas de las calles.

Sin embargo, la policía comenzó a fichar a cuanto pandillero o marero entraba a esa colonia. Los habitantes de esa colonia y sus comercios ya no pagan extorsión a la delincuencia, aunque les toca pagar el alquiler de la casa donde están alojados los policías, porque ese fue el acuerdo. “La PNC dijo que no tenía dinero para pagar alquiler”.