Usan música, rimas y movimiento para educar

 La especialista María Luisa Labarthe destaca las ventajas de enseñar con la filosofía del Método Suzuki a los niños

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La especialista en estimulación temprana con música y participación de los padres, María Luisa Labarthe de Ríos, impartió una clase magistral teórico práctica a estudiantes y padres de familia. La actividad fue organizada por Paraíso Down y Music Time.

/ Foto Por Susana Joma

Por Susana Joma

2015-11-05 7:00:00

 Al ritmo de acordes y con rimas infantiles, los padres y los maestros pueden ayudar a los niños, de entre cero y tres años de edad, a aprender   y desarrollar sus inteligencias.

Eso afirma María Luisa Labarthe del Río,  especialista peruana en estimulación temprana con participación de los padres; quien ha colaborado con el Ministerio de Educación de Perú, trabajando con profesores en distintas zonas de ese país.

Labarthe del Río explicó que se debe aprovechar que se aprende por imitación, pero hay que tratar de hacerlo con  amor y evitando ejercer presión  sobre los niños.

Ella explicó que cuando el papá le habla al bebé, este trata de imitarlo y de hablar. Y aunque, al principio, al pequeño “no le sale igual”,  paso a paso va repitiendo la última sílaba y hasta que la fin pronuncia una palabra completa. 

“El niño va avanzando pasito a pasito y llegando a hablar en dos años su idioma perfectamente. Lo que para un adulto demora tantos años, porque el niño está en una etapa de aprendizaje en que absorbe todos los sonidos, todo lo que ve, todo lo que palpa…”, cita la especialista peruana.

“¿Usted explica que este método (de enseñar con música) se debe empezar a trabajar desde temprana edad?”, pregunta El Diario de Hoy. Ella responde:“Es muy importante desde que nace el bebé estimularlo con la música. La música es un factor que envuelve al niño y lo desarrolla todo, porque la música entra por los dos lóbulos del cerebro y lo que en un lado del cerebro no tienen bien, la música lo corrige al otro lado”.

 Señala que otra ventaja de enseñarle al niño con música es que le da al niño mucha felicidad y nunca se cansan de escucharla, al tiempo que se estimula su parte emocional.

Cuando a la música se suma  los cantos y las rimas, se estimula la parte del lenguaje. Si además se camina, se corre y se hacen juegos con pañuelos de colores, se trabaja la parte de la Matemática porque aprende a discriminar.

“El doctor (Shinichi) Suzuki  decía siempre que el proceso es más importante que el resultado final, porque el proceso es donde el niño desarrolla habilidades. Por ejemplo, si yo le digo al niño ‘ es azul, azul, azul’ le desarrollaré nada más que la memoria; pero si yo lo proceso (hago) que vea que hay colores diferentes, que los toque, que juegue con ellos … ya no importa el nombre, importa que el niño desarrolló discriminación visual, desarrolla el tacto por tocar los materiales, desarrolla el oído por escuchar la música”, agrega la especialista.

Ella asegura que esta forma de estimulación temprana con música aplica para todos los niños. En el país lo utilizan las terapistas de Paraíso Down, según explicó Carla Yanet López Cardona, fisioterapeuta física y ocupacional.

Labarthe del Río, quien ha enseñado durante 50 años y los últimos 20 exclusivamente a bebés, sostiene que los papás que tienen hijos  con síndrome de Down no deben victimizarse ni victimizar a sus pequeños. Al contrario, lo que deben hacer es trabajar con ellos  sintiéndose felices, para favorecer su desarrollo.

Según explica, a un niño nunca hay que decirle “no”, ni distraerlo de lo que a él le interesa tocar o escuchar, para darle lo que nosotros creemos que necesita; pues así solo se interrumpe su proceso de aprendizaje.

Labarthe del Río afirma que tampoco se debe comparar a un niño con otro, porque todos aprenden a distinto ritmo y según sus intereses.

En sus palabras, a los niños “se les debe respetar por su ritmo de avance y quererlos por lo que ellos son… (Hay que) confiar en ellos, pensar que siempre son una alegría para nosotros y nunca una preocupación, ni una tragedia, ni una desgracia. Si usted observa a un niño con Síndrome de Down, siempre es feliz; si ve a un niño ciego ¡es felicísimo! La tristeza de la mamá no le conviene al niño”, detalló.

La maestra de música cree que esta manera de enseñar con música a los niños de cero a tres años de edad puede ser incorporada en los centros educativos del sistema público y que eso sería fantástico.

La especialista peruana advierte que, si bien a estas edades se desarrollan las inteligencias de los pequeños, no se debe forzarlos a que aprendan las letras y los números porque  no entienden lo que se trata de enseñarles.

El  miércoles por la mañana, la especialista brindó una muestra de su Taller “Hola Bebé” (basado en el Método Suzuki) junto a  Paraíso Down y Music Time.