Pacientes compran fármacos por escasez

 En el Rosales se agotaron cerca de nueve productos oncológicos

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Luis Vides, un paciente con leucemia, permance en el Servicio de Hematooncología.

/ Foto Por Yamileth Cáceres

Por Yamileth Cáceres

2015-11-06 8:00:00

Luis Vides, un joven de 27 años diagnosticado con leucemia; y Gladys Cruz, una señora de 53 años con cáncer de ovario, han tenido que comprar con sacrificios los medicamentos para no posponer su tratamiento de quimioterapia en el hospital Rosales.

Luis, un albañil residente en el occidente del país; y Gladys, habitante del oriente de El Salvador, llegaron ayer al Servicio de Hamatooncología, de antemano les habían dicho que el medicamento para sus sesiones no había, y les preguntaron si podían adquirirlo por su cuenta.

Ambos dicen que no es la primera vez que se topan con el desabastecimiento. La familia de Gladys ha comprado en cuatro ocasiones los fármacos de la quimioterapia y para la sesión del próximo viernes también la deberá de adquirirla por su cuenta.

“No íbamos a venir, usted sabe que uno es pobre, pero a saber cómo hizo mi familia para conseguir el dinero”, comentó la señora con tono de preocupación y temor.

Mientras Luis expresó que, a parte de la vincristina, le ha toca adquirir otros fármacos que se toma en la casa, entre ellos la mercaptopurina.

“Afecta, en el caso de nosotros, que tenemos leucemia tenemos que estar con medicamentos, peligroso por las recaídas”, indicó el enfermo.
Él fue diagnosticado con leucemia en abril del año pasado, su preocupación radica en que pueda recaer debido a la escasez que existe. Por hoy su madre es la que lo ha apoyado económicamente para adquirir los fármacos, ya que ha tenido que dejar sus labores de albañilería.

“Es importante que haya medicina porque son casos especiales, tiene que haber medicina sino la enfermedad no evoluciona bien”, acotó el paciente.

Por su parte, Gladys dice que la carencia de medicamentos le afecta en su recuperación, que su familia es pobre y el dinero no les ajusta para poder comprar los fármacos, opina que el gobierno debe poner de su parte para que no les falte el tratamiento.

Gladys y Luis son dos pacientes, que con sacrificio, han logrado hasta ahora continuar con sus terapias en el Rosales; pero hay otros que no pueden y no les ha quedado más que esperar  a que ingresen los productos.

Ayer faltaban, al menos, ocho tipos diferentes de medicamentos, tanto para la leucemia como para tumores sólidos; otros estaban por agotarse, entre ellos  el paclitaxel, interferón, cisplatino, carboplatino, capecitabina, vincristina y gemcitabina, confirmó Héctor Valencia, jefe del Servicio de Hematooncología.

“El problema es que muchos pacientes del Rosales no tienen la capacidad económica para comprarla, entonces esos pacientes se quedan sin la oportunidad de recibir los medicamentos”, comentó Valencia.

Hay productos que llevan más de dos meses agotados, otros semanas. El problema, de acuerdo con Valencia, es que siempre hay fármacos que no tienen y no se puede cumplir con los protocolos de tratamiento, y si se usan de esa manera no se esperan los mismos resultados de beneficio para los enfermos.

“La expectativa que cada paciente va  a tener en el caso de que falte el medicamento, realmente depende del tipo de patología, porque algunas veces se pone tratamiento en forma paleativa como para que el paciente pueda tener o prolongar la sobre vida; pero en el caso de los pacientes que uno está esperando la posibilidad de curación, pues significa que no se van a curar”, acotó el jefe del Servicio de Hematooncología.

La carencia de medicamentos oncológicos han sido frecuentes a lo largo del año en el Rosales.
“Siento que hay mucho divorcio entre lo que el ministerio está haciendo y las necesidades que hay en el hospital de esos medicamentos”, añadió el especialista.

Según el hospital Rosales, cuatro de los productos están pendientes de ingresar y tres en proceso de compra, por licitación y libre gestión.