José Dagoberto Chávez Tejada estaba en su casa cuando de repente, un pandillero de la mara Salvatrucha (MS-13) se introdujo a la vivienda donde estaba el joven junto otros hermanos.
El Frágil, como era conocido aquel marero residente en el cantón La Labor, del municipio de San Sebastián, San Vicente, iba huyendo de varios hombres que lo perseguían pistola en mano y vestidos como policías.
Eran tres perseguidores, uno de ellos con el rostro cubierto, quienes se introdujeron a aquella vivienda del caserío Los Chávez, cantón Soledad, municipio de San Rafael, en Cuscatlán.
Sin decir nada, esposaron a El Frágil y también a José Dagoberto, de 16 años, y se los llevaron. A los parientes éste último joven les dijeron que lo fueran a buscar a la delegación policial de Cojutepeque.
La madre de José Dagoberto había salido a la oficina departamental de la Inspectoría de la Policía Nacional Civil (PNC) a poner una denuncia debido a que su hijo era constantemente acosado por policías de San Rafael Cedros y amenazado por otro policía residente en el caserío Los Chávez.
En esa oficina estaba cuando le llamaron diciéndole que a su hijo se lo habían llevado capturado unos policías. Al cabo de un momento, se enteró que en el lugar conocido como Finca La Paz, del municipio de Cojutepeque, había dos jóvenes muertos. La vestimenta de uno de los cadáveres coincidía con la ropa que su hijo andaba puesta al momento de ser sacado de su casa.
Al apersonarse al lugar indicado, los cuerpos ya habían sido levantados por Medicina Legal, pero otras personas le dijeron que uno de ellos era José Dagoberto y el otro era El Frágil.
El día de la velación de su hijo, un grupo de policías y militares irrumpieron en su casa para registrarla.
El 29 de septiembre, a la 1:00 de la tarde, en el cantón Soledad, supuestos pandilleros la MS-13 asesinaron al policía Santos Fernando Montoya Montoya, quien según la madre de José Dagoberto, constantemente le enseñaba la pistola a su hijo o le “echaba” el camión cuando se lo encontraba.
Ese día, en la escena del crimen contra el policía, se corrió el rumor de que ese asesinato había sido en venganza por la ejecución de Chávez Tejada (pariente del agente) y El Frágil.
Tres semanas después, el 21 de octubre, cuatro hombres aparecieron asesinados exactamente en el mismo lugar donde aparecieron los cuerpos de los dos jóvenes aquel 26 de agosto.
Los asesinados fueron identificados como Carlos Eleázar Chávez Montoya, de 17 años (primo de José Dagoberto y sobrino del policía Montoya Montoya), Alejandro de Jesús Flores Tejada (comparten apellido con José Dagoberto pero no son parientes), Precedes Hernández Domínguez y su hijo, Douglas Alexis Hernández Navas.
En este último caso de supuesta ejecución, el patrón operativo fue el mismo que los casos del cantón El Zamorán (10 y 15 de julio), Jiquilisco, y del cantón Cerro Pando (11 de octubre) en Meanguera, Morazán.
Hombres vestidos como policías llegaron a las casas de los cuatro hombres que, a excepción de Flores Tejada, vivían en el caserío Los Chávez, donde también residían José Dagoberto y el policía Montoya Montoya.
Procuraduría indaga a policías
El procurador de Derechos Humanos, David Morales, aseguró a El Diario de Hoy que tanto el caso del joven Chávez Tejada y El Frágil, como el cuádruple asesinato, están siendo investigados por esa entidad, es decir, están tratando de identificar el patrón de violencia y verificar la actuación de los policías en los mismos.
“En este caso (masacre del 21 de octubre) hay un antecedente en la medida que hubo otro asesinato en agosto. El caso del joven Chávez Tejada, lo estamos manejando como una posible ejecución arbitraria por parte de elementos de la Policía Nacional Civil, porque estos elementos nos fueron denunciados y por otras situaciones de acoso policial que habrían recibido la familia del joven Chávez Tejada”. afirmó el procurador.
Morales dijo que la PDDH está investigando una posible relación entre los asesinatos de Chávez Tejada (y El Frágil), con el cuádruple homicidio registrado el 21 de octubre anterior.