Crece cantidad de condenados con penas elevadas de prisión

Los delincuentes sentenciados con penas de prisión de más de 51 años, se incrementaron en el orden del 170%

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La población reclusa hasta el 31 de agosto ascendía a 31,148 internos, lo que representa más de 300 por ciento de hacinamiento carcelario. En las bartolinas policiales se encuentran resguardados unos 5,000 reos.

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Por David Marroquín

2015-11-11 6:45:00

Las condenas con las penas de prisión más elevadas aumentaron considerablemente en los últimos cuatro años, según reveló un estudio sobre el sistema penitenciario salvadoreño realizado por el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), de la Universidad Centroamericana (UCA) y la Fundación Heinrich Boll Stiffung, realizado entre el 15 de enero y el 31 de agosto de este año.

El estudio detalla que el 80.3 por ciento de las penas de prisión fueron superiores a los 6 años entre 2011 y 2015. Además, los datos oficiales detallan que las condenas entre los 31 y 50 años de prisión que se impusieron en ese mismo período, se incrementaron en un 71.2 por ciento y las penas de más de 51 años de cárcel crecieron en el orden del 170.1 por ciento.  

La mayoría de las condenas con elevadas penas de prisión corresponden a delitos graves como homicidio, extorsión, intento de homicidio, violación, secuestro, entre otros.

Fuentes policiales consultadas explicaron que el incremento de sentencias con penas de prisión que sobrepasan los 50 años, reflejan los niveles de peligrosidad que han adquirido estos delincuentes. 

Sin embargo, pese al aumento de sentencias de penas con elevados años de prisión,  los homicidios y las extorsiones se han mantenido con elevados índices de criminalidad,  al grado que este año se ha superado la fatídica cifra de 5,000 muertes violentas y las autoridades prevén que se superen los 6,000 asesinatos.

También el estudio señala que la cantidad de reos sin condena ha disminuido del 50 por ciento que se tenía en el año 2,000 hasta el 25.6 por ciento,  de la totalidad de los reclusos que se tiene en la actualidad.

Más de 31 mil reclusos en agosto pasado
Las condiciones actuales del sistema penitenciario no permiten el proceso de rehabilitación de los reclusos, que es el principal objetivo del encarcelamiento, puesto que deshumaniza, despersonaliza, y vulnera los derechos humanos de los internos; además de convertirse en el “nicho ideal para la potenciación de conductas delictivas”, según el estudio.

Detalla que el hacinamiento penitenciario, el deterioro de la infraestructura, y la precariedad en el suministro de los servicios básicos, ha generado graves condiciones de insalubridad, lo que favorece la propagación de muchas enfermedades.

La población reclusa creció de 21,032 internos que había en el 2009 a 31,148 presos hasta agosto del 2015, lo que representa un incremento del 48 por ciento y  un hacinamiento penitenciario en el orden del 367 por ciento en la actualidad.  

“Esto significa que por cada 100 cupos disponibles en las cárceles salvadoreñas, el  Estado tramitó el ingreso de 367 personas”, señala el documento.

Una de las cárceles con mayor hacinamiento de internas es el Centro de Readaptación para Mujeres conocido como “Cárcel de Mujeres” en Ilopango. El hacinamiento carcelario en ese centro de reclusión femenina asciende al 367 por ciento, ya que posee una población de 2,000 internas.

Creció número de niños albergados con reclusas
Otro de los hallazgos relacionado a las mujeres reclusas es el aumento que hubo en la cantidad de niños y niñas que convivían con sus madres, en el referido centro. 

Las cifras de Centros Penales detallan que el número de los niños y niñas, menores de cinco años de edad, que convivían con sus madres internas, creció en un 25 por ciento entre los años 2012 y 2014.

Un dato preocupante es que el 70 por ciento de la población  reclusa, se encuentra  en edad productiva.  Eso significa que el  40.5 por ciento de los internos tiene entre  26 y 35 años de edad; mientras que un 29.2 ronda entre las edades  de 18 y 25 años.
Además, un 7 por ciento de los presos no tiene ni tan siquiera educación básica y el 73 por ciento cuenta con estudios primarios y secundarios. El resto  ha cursado bachillerato, una carrera técnica  o estudios universitarios.

De la totalidad de los reclusos que había hasta en agosto pasado, 31,148, un 41.7 por ciento son pandilleros, lo que representa un incremento en el orden del 71.8 por ciento con respecto al número de integrantes de pandillas que estaban resguardados en el sistema penitenciario en el 2009.