SAN MIGUEL. Los migueleños dedicaron ayer el día a las actividades religiosas en honor a la patrona del municipio, Nuestra Señora Reina de la Paz.
Por la mañana, en la misa en Catedral Basílica, el obispo de la diócesis de San Miguel, Miguel, Ángel Morán Aquino, dijo que “cuando hay corrupción, no hay paz, porque esa es la llaga podrida, como lo llama el papa Francisco”, señaló. El obispo basó su mensaje, dirigido a los miles de feligreses que se congregaron en la catedral Basílica, en frases y extractos de los mensajes del beato monseñor Óscar Romero, en los que llamó a reflexionar y hacer artesanos de la paz en el país.
“No hay paz, cuando no hay justicia, no hay paz, cuando hay miedo, donde hay atropellos a los derechos humanos no hay paz”, siguió diciendo el Obispo migueleño.
En la eucaristía participaron también el nuncio apostólico, monseñor León Kalenga, el Arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escoba Alas, además del arzobispo auxiliar de la capital, monseñor Gregorio Rosa Chávez, también otros obispos y sacerdotes de todo el país.
Monseñor Kalenga pidió por la paz y fue quien abrió la eucaristía con ese mensaje de paz y amor para el mundo.
Entre las autoridades de gobierno asistentes a la misa de la Reina de la Paz, estuvo después de seis años en ausencia, un vicepresidente de la República; a pesar de que el alcalde migueleño, Miguel Pereira, había anunciado que quien estaría en la misa era el presidente Salvador Sánchez Cerén.
El vicemandatario Óscar Ortiz llegó temprano para escuchar el mensaje de la iglesia.
“El mensaje me encantó, porque la paz está soportada bajo la base de la justicia y es la justicia la que nos va a permitir consolidar la paz”, dijo Ortiz. Agregó que la paz es un compromiso de todos, no sólo del Gobierno.
“Para eso (alcanzar la paz), es necesario desmontar la violencia y para ello hay que crear un clima de mejores oportunidades y unirnos, hacer un llamado a todos aquellos que generan violencia a que lo abandonen”, declaró Ortiz.
Momentos de la misa
La eucaristía concelebrada en la catedral Basílica de San Miguel inició a las 10:30 de la mañana con la llegada de las autoridades eclesiásticas.
Los cánticos en honor a la Reina de la Paz llenaron de armonía y fervor la catedral.
Pasadas las 11:00 de la mañana llegó el ofrecimiento de la paz entre los asistentes a la eucaristía. El vicepresidente, alcalde y diputados migueleños de todos partidos olvidaron por un momento sus diferencias y con un apretón de manos se dieron la paz.
El Nuncio Apostólico fue el encargado de concelebrar la misa y recibió las ofrendas dadas en la eucaristía, entre ellas, un cuadro de la Reina de la Paz, frutos para agradecer a Dios por las cosechas y otros.
Al terminar la eucaristía el nuncio dio la bendición al pueblo migueleño.
Por la tarde, cientos de católicos asistieron a la procesión de la patrona de la Perla de Oriente;muchos de ellos iban con velas en manos que encendieron durante el recorrido.