País aún tiene oportunidad de unirse, afirma De Sola

Francisco De Sola insiste en la necesidad de que surjan estadistas para que devuelvan la confianza a la ciudadanía.

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El empresario Francisco de Sola señala que hay muchos puntos en que las fuerzas políticas están de acuerdo y por ello "es momento de unirse". Además hace observaciones y recomendaciones en temas de economía y seguridad.

/ Foto Por elsalv

Por El Diario de Hoy

2015-11-29 9:00:00

Pese a sus problemas y diferencias para el empresario Francisco De Sola, el país aún tiene la oportunidad de un reencuentro entre los distintos sectores y para ello hay que dejar de lado las ideologías o dogmatismos y aprovechar el “remanso” de las campañas electorales.

Para De Sola, la situación financiera “demanda que los estadistas se pongan de acuerdo y encuentren solución” a los problemas. Pero apunta una tercera razón para darse esa oportunidad: el país no puede seguir viendo solo hacia adentro y ver hacia afuera, pues a su juicio somos el país menos competitivo de Centroamérica. 

“Los vecinos están buscando inversionistas afuera, nosotros no hacemos eso… Entonces la situación económica competitiva nos impone que nos pongamos de acuerdo”, afirma De Sola y ejemplifica en que hace 20 años éramos una potencia cafetera y que ahora Nicaragua produce 4 millones de quintales y Honduras 8 millones, nosotros no llegaremos a 600 mil. 

Eso se debe, añade, a “que ha habido un colapso del sistema”, no se está reactivando el agro como se dice, mientras la violencia y la falta de atención y de seguridad tienen despoblado el campo. 

“Este es el momento de desgranar las diferencias hacia los meollos, al ADN de los problemas, y estamos de acuerdo en muchas cosas: la pobreza hay que derrotarla, la injusticia también, la democracia hay que enriquecerla”, insta.

Pero insiste que faltan estadistas que devuelvan la confianza, pues el desánimo “es muy peligroso” y si la gente no sabe a dónde va, no le alumbran al final del túnel y el ruido alrededor es negativo, descalificante, despectivo, nace una verdadero desencanto.

Ve “peligrosísimo” que los salvadoreños caigan en la apatía a la situación de violencia y corrupción, y que no exija cuentas a sus gobernantes. 

En ese contexto, De Sola aplaude que desde Probidad se están dando pasos “muy buenos” en la investigación del enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos.

Pero además insta a otras instituciones a ser transparentes en el manejo de los recursos. Por ejemplo, dice que la CEL debió haber explicado detalladamente              cómo se tomó la decisión de hacer un pago millonario por los trabajos inconclusos de la presa El Chaparral y despejar dudas. 

En ese caso, personas como el expresidente Mauricio Funes no deben sentirse ofendidas porque se exija cuentas por eso, sobre todo porque él “hizo su carrera atacando a gente corrupta”.

¿Están surgiendo propuestas al Gobierno y este está escuchándolas?, se le pregunta a De Sola. “Propuestas hay, pero si escuchar redunda en acción no es suficiente”, dice, pues se hace poco por hacer que fluya el comercio a causa de la burocracia. “Del dicho al hecho hay mucho trecho”, añade el empresario.

De Sola insiste en que oportunidad hay para unirse en un proyecto de país y dejar lenguajes “antidiluvianos” que no abonan. “En el caso personal, aparecemos nombrados como la gente más terrible del mundo y culpables de todos los problemas del país, pero mi actitud es: a mí no me van a sacar de aquí, yo voy a seguir diciendo lo que necesito decir y trabajar por un mejor país”, apunta.