Centro Escolar Griselda Zeledón sigue con muchas carencias

Lleva años esperando les construyan un edificio adecuado para sus estudiantes

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 Las autoridades del centro educativo han improvisado un aula informática en uno de los salones, pero dada la cantidad de alumnos que tienen necesitan un salón adecuado y más equipos.

/ Foto Por Mauricio C?ceres

Por Susana Joma

2015-10-31 1:40:00

El Centro Escolar Griselda Zeledón, donde se atiende a niños y jóvenes sordos, enfrenta una serie de necesidades, entre ellas está la falta de instalaciones adecuadas, equipo y mobiliario, entre otros.

El director de la institución, Saúl Alberto Castaneda, explica que llevan ya más de dos años en la espera de que  termine la construcción de un edificio que se ha quedado a medias por problemas entre el Ministerio de Educación (Mined) y la empresa constructora.

En la actualidad el centro educativo atiende a 157 alumnos, desde educación Parvularia hasta bachillerato, los cuales vienen incluso desde lugares lejanos del interior del país.

“Vienen jóvenes desde Chalatenango, desde La Libertad. Mamás que vienen con sus hijos desde la Puntilla, (en la costa del Sol, La Paz)”, expuso Castaneda.

El director sostiene que a pesar de que son la única institución educativa para personas sordas del país que imparte bachillerato, y que el próximo año se convertirá en complejo educativo, hasta el momento las autoridades correspondientes no han hecho lo necesario para solucionar la problemática.

En el marco de celebrarse la Semana de la Persona Sorda el director de la escuela expuso que a raíz de eso no cuentan con un espacio adecuado para salones,  para la cocina, la bodega y la instalación de los talleres de panadería,  corte y confección y obra de banco.

“Una de las necesidades es no tener cocina para darle los refrigerios a nuestros jóvenes. Como usted puede ver cocinamos en un barril o muchas veces cocinamos sobre unos ladrillos, con leña”, detalló el profesor Castaneda.

Hoy en día los tres talleres  que utilizan paracumplir con la habilitación laboral de los estudiantes de bachillerato funcionan en las mismas aulas en donde por la mañana se dan las clases.

Eso implica que en la mañana los docentes y alumnos mueven los equipos hacia un costado de los salones para dar espacio a los pupitres y por la tarde es lo contrario. 

Castaneda estima que les hacen falta aproximadamente de ocho a nueve aulas para que los talleres  tengan su propio espacio.

También  por la misma carencia de aulas de clase hay dos maestros, el que atiende Parvularia y el que da  clases al primer grado, que  trabajan de forma simultánea en un mismo salón de clases.

Pero esas no es la única necesidad pues según enumera les falta por lo menos unos dos profesores especializados en atender a esta población. 

También, necesitan material y equipo para trabajar la parte visual ya que esto es clave para dar las clases a los alumnos sordos.
Desde hace tiempo en el Centro Escolar Griselda Zeledón también sueñan con tener un centro de cómputo bien equipado y laboratorio de Ciencias.

“Estamos como hace tres años (con las mimas necesidades) y lo que más da pena es que ayer (jueves) nombraron Hija Meritísima a la licenciada (Griselda) Zeledón, pero sabiendo que es la única escuela de sordos del país con bachillerato abandonada en la infraestructura”, asegura el educador.