Camaroneros con deudas y sin trabajo tras mareas

Por la situación no pueden pescar y las siembras de maíz se secaron totalmente

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Los cooperativistas realizan labores de limpieza y drenaje de los estanques que resultaron afectados con las mareas vivas. Toda la producción se las arrastró la marea.

/ Foto Por Carlos Segovia

Por Lucinda Quintanilla

2015-10-07 9:30:00

USULUTÁN. Las familias afectadas por las mareas extraordinarias en las comunidades costeras La Salvadoreña y Luna de Plata, del cantón Salinas El Potrero, en Jiquilisco, sufren porque el mar se llevó sus producciones de camarón y maíz, y ahora se han quedado sin trabajo y con deudas.

Rigoberto López, cooperativista, aseguró que las mareas altas además de dañar sus lagunas artificiales, donde criaban miles de camarones, se llevaron la producción que estaba a punto de salir al mercado local.

“Para esta fecha nosotros ya tendríamos que estar vendiendo los camarones, porque los bancos a los que les prestamos para sembrar las larvas, ya nos están cobrando, porque saben que es tiempo de venta”, dijo el cooperativista.

Las mismas mareas dañaron parcelas completas de sembradíos de maíz que estaba por sacar las familias y por si fuera poco, la única forma de trabajo que veían tras las marejadas, que es la pesca, también se ha visto interrumpida por la misma causa y no tienen un ingreso para subsistir.

Sin opciones
“Estamos con las manos atadas, ni siquiera salimos a pescar porque después de las mareas, los peces se van a lo más profundo y por más que intentamos, no sacamos nada”, señaló el cooperativista y pescador.

Mencionó que para sembrar las larvas de camarón se sometieron a créditos con financieras privadas y ahora no saben como responder a esas deudas, puesto que perdieron todo lo invertido.

Los cooperativistas están en graves problemas, pues para sembrar una nueva cosecha de larvas de camarón, deben hacer grandes inversiones en limpieza y drenaje de los estanques.

Eso debido a que el mar se metió en las laguna artificiales y arrastró mucha suciedad a las mismas.

 Además, deben construir nuevas bordas de los 22 estanques camaroneros que quedaron destruidos.

Según López, las cooperativas requieren de medio millón de dólares para comenzar con sus labores de nuevo, acción que ven muy difícil por su situación económica.

“Todos los cooperativistas trabajamos con préstamos, yo tengo varios, ya me vinieron a cobrar uno y de verdad que no hallo que hacer”, sostuvo.

 Señaló que para resembrar larvas de camarón deben drenar toda el agua de los estanques, porque como el mar inundó zonas agrícolas, en las lagunas hay restos de químicos, debido a los plaguicidas.

Cruz de López, otra residente de la zona, acotó  que “todos acá estamos sufriendo porque no hay trabajo y ni pescar podemos; además la ayuda que nos han dado ha sido poca”.

Aseguró que David Barahona, alcalde de Jiquilisco, les entregó algunos víveres al inicio de las mareas y que también representantes de Cruz Roja les dotó de un paquete alimenticio.

Los habitantes se quejaron de la nula ayuda que el gobierno central les ha brindado hasta hoy.

Indicaron que no piden que les den todo lo que perdieron, sino que les ayuden a salir a flote de todo los problemas que enfrentan.

“El gobernador vino y nos dijeron sólo de palabra, que buscarían ayuda con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pero hasta este momento no tenemos nada seguro. Estamos fregados, aquí sólo Dios con nosotros”, señaló el afectado.

René Ramos, gobernador de Usulután, sostuvo que están gestionando las ayudas para las familias afectadas con las mareas.

Pretenden dotarlos de alimentos, y en el caso de las camaroneras, ayudarles con larvas y a reparar bordas, pero eso, admitió el funcionario, es un proceso bastante lento.

“Estamos recabando la información para gestionar las ayudas para las familias. Las gestiones las haremos en la Secretaria de Inclusión Social y en MAG”, sostuvo Ramos.

Plaga de zancudos
Además de los problemas económicos que causaron las mareas vivas en Jiquilisco, han dejado un brote de zancudos que han provocado que los niños de la comunidad La Salvadoreña padezcan fiebres y dolores de cabeza.

Cruz de López explicó que “después de las mareas por cinco días continuos, nos quedó un zancudero que no nos deja dormir y ha enfermado a nuestros hijos”.

Los residentes de la zona piden al Ministerio de Salud que les ayude con una intensa fumigación, pues temen que la situación empeore por el brote de insectos en las comunidades. Tienen miedo a un brote de dengue o chikunguña.