El esfuerzo de los unidocentes

Cada centro escolar del país enfrenta una serie de retos para poder desarrollar el programa del refrigerio escolar. El anhelo de los docentes que sí se han apropiado del programa es poder recibir más apoyo de las autoridades para mejorarlo.

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Los unidocentes, además de dar clases, se encargan de la dirección y de coordinar el programa de refrigerio escolar. 

/ Foto Por Lissette Monterrosa

Por Xenia González Oliva

2015-10-13 7:00:00

En municipios principalmente rurales como Santiago de la Frontera, de Santa Ana, los pequeños centros bajo el modelo de unidocentes no son raros.

Uno de ellos es el Centro Escolar La Danta, donde José Danilo Guerra es el director, el maestro de las tres secciones de primero a sexto grado y el encargado del programa del refrigerio escolar.  

El incorporar la nueva responsabilidad a su ya saturada labor fue difícil, pero no imposible. “Difícil es, pero cuando uno tiene voluntad y amor a los niños tiene que hacer un esfuerzo extra”, sostuvo Guerra. 

Aunque el docente calificó como muy positivo el programa sobre todo para los niños que provienen de hogares de escasos recursos, señaló las limitantes que hay por la falta de un fondo para la preparación de los alimentos. 

“Lo único que a veces sí hay un poco de problema cuando hay padres quisieran dar un mejor refrigerio más variado, pero no pueden”, dijo Guerra.

En el pequeño centro son los padres de familia quienes le ayudan a preparar los alimentos, pero en muchos casos lo variado del menú depende de las condiciones económicas de la familia que lo prepara. 

Cada semana Guerra prepara un menú buscando que sea variado y de acuerdo a las posibilidades de los padres. También pesa la cantidad de arroz, frijoles y otros ingredientes que les entrega. Para él es muy importante lograr que todos los día haya un refrigerio.