Aprovechan lo poco que tienen

Cada centro escolar del país enfrenta una serie de retos para poder desarrollar el programa del refrigerio escolar. El anhelo de los docentes que sí se han apropiado del programa es poder recibir más apoyo de las autoridades para mejorarlo.

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En Masahuat enfrentan las limitantes con ingenio, usando todo lo que tienen a la hora del refrigerio. 

/ Foto Por Douglas Urquilla

Por Xenia González Oliva

2015-10-13 7:00:00

El Complejo Educativo Masahuat, en el municipio Masahuat de Santa Ana, se enfrenta al problema de tener ya pocos alimentos en su bodega.

La última entrega de sacos de arroz y frijoles fue en menor cantidad que en años anteriores.

Para la primera semana de octubre ya casi no tenían frijoles ni azúcar, debido a que ya no recibirán más en lo que queda del año han tenido que aprovechar que la leche sí sigue llegando y hay dos días a la semana en el que solo pueden dar un vaso de leche a los alumnos.

Pero Ana Estela Barrientos, la docente encargada del refrigerio escolar, hace todo lo posible porque ese vaso sea bien aprovechado. Consigue hielo y esencia de fresa o vainilla para que le guste más a los estudiantes, sobretodo a los mayores.

Como los utensilios también son pocos usan la misma caja de la leche como vasos, pero como no es suficiente hay alumnos que deben conseguir bolsas plásticas con pajillas. 

Pese a las carencias, Barrientos está empecinada en no dejar de servir otros alimentos como pupusas, aunque tenga que ponerlo de su bolsillo o solicitar la ayuda de los padres de familia.

“Quizá nos va a hacer falta un poquito y lo tiene que tomar en cuenta el Ministerio de Educación para que podamos terminar el año con la alimentación de los alumnos”, dijo William Mancía, subdirector del centro.