Roxana (nombre ficticio), tiene 25 años y vive en la comunidad Tutunichapa III en San Salvador. Es madre de dos hijos. Uno de ellos que ronda aproximadamente los cuatro años y el otro, el mayor, ya no vive ahí, vive con su padre, en otro lugar, debido al acoso de las pandillas que ha invadido el lugar.
“No nos hemos ido porque no hallamos para dónde irnos, no porque yo ya me hubiera ido, pero no hemos hallado para dónde”, comentó.
Este pasaje está contiguo al río El Arenal que divide esa comunidad con la colonia San Judas, asediada por pandilleros de la MS.
Desde mediados de septiembre, los habitantes de la Tutunichapa III_pidieron a la Delegación Distrital 1 de la Alcaldía de San Salvador ayuda para la construcción de un muro que permita que los pandilleros de la San Judas no puedan entrar a esa comunidad, según testimonios de personas que no quisieron revelar su identidad por seguridad.
Justo a la orilla del río hay tres casa. Todas están sin techo. Una de ellas, la de en medio, por un tiempo fue una casa “destroyer” para los pandilleros de la colonia que está enfrente, quienes además le robaron sus pertenencias a una persona de la par , y quien el sábado huyó del lugar, comentó Roxana.
La vivienda de la derecha, agregó, pertenece a un hombre que sabiendo que el lugar estaba rodeado de pandillas, la alquilaba hasta que los inquilinos también optaron por escapar de la zona.
Según los residentes, el miércoles, la directiva del lugar sostuvo una reunión, a las 11:00 a.m., con el concejo de la comuna capitalina, en donde nuevamente solicitaban su apoyo para la construcción de la barrera.
Ayer, representantes de la delegación del distrito 1 de la Alcaldía de San Salvador llegaron para constatar la situación y luego de una breve reunión identificaron que en el pasaje 1, el dueño de la casa no autoriza que toquen su vivienda para la edificación del muro.
Los representantes de la comuna les pidieron a los residentes que presenten una propuesta de proyecto para la ejecución del mismo.
Sin embargo, desde antes, los habitantes ya habían comenzado a recaudar dinero para la compra de los materiales y la ejecución del muro.
“Aquí no recibimos apoyo ni de la Alcaldía. Toda la comunidad ha recaudado fondos, porque se han mandado notas para hacer esos proyectos pero no hay cartas en el asunto”, comentó uno de los habitantes.
Uno de los delegados del Distrito 1 de la Alcaldía señaló que ignora sobre el envío de las cartas, porque estas se han enviado a la encargada de ese Distrito, pero que esta persona está “en toda la voluntad de ayudarles”, argumentó
Al finalizar la reunión entre los miembros de la delegación de la comuna capitalina y los residentes de la zona, el encargado, mencionó que no sabe cuándo la Alcaldía pueda dar una solución al problema, porque eso queda en manos de la dirección del Distrito.
De acuerdo a policías que rondaban la zona, la PNC ha estado al tanto de la supervisión del sitio, pero han tomado más precaución a partir de las amenazas del desalojo de las personas en el pasaje luego de la amenaza de los pandilleros.
Pero los habitantes se quejan que la PNC permanece la mayor parte del tiempo en la parte de arriba de la comunidad y no brindan seguridad en el pasaje 1 y sus alrededores. Además, por las noches se ausentan. Cuando los pandilleros entran a la comunidad.