Fiscalía: víctimas de masacre fueron ejecutadas

Fuentes fiscales aseguraron que no es la forma habitual de cómo operan las pandillas

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Los cadáveres de los cuatro hombres aparecieron en esta calle vecinal situada en el kilómetro 32 de la carretera Panamericana con evidentes señales de haber sido ejecutados, según Fiscalía

/ Foto Por Douglas Urquilla

Por David Marroquín

2015-10-22 8:10:00

Los homicidios múltiples se han incrementado en los últimos meses, como el hecho del miércoles pasado, en el que cuatro personas fueron acribilladas con similares características a las de otras masacres; en las afueras de Cojutepeque, Cuscatlán: estaban vendadas, maniatadas y con un tiro de gracia.

Las autoridades no explican los motivos de esta nueva masacre, y solo se centran únicamente que van a investigar y les atribuyen a las víctimas pertenecer a pandillas.

La Fiscalía General tiene  sus dudas de que la masacre haya sido obra de las pandillas terroristas  al señalar que “no es la forma habitual de cómo operan las pandillas”, según fuentes fiscales.

También, algunos de los familiares de las cuatro víctimas sospechan que los responsables de la masacre podrían ser policías por la vestimenta que llevaban y por el método utilizado por los delincuentes para sacarlos de sus casas, aunque algunos vecinos creen que también pueda que sea una trampa para despistar a las autoridades.

Los asesinatos de las cuatro personas que vivían en el cantón La Soledad, en San Rafael Cedros, Cuscatlán, no deja de sorprender a sus residentes y sobretodo, por la forma de como los delincuentes simularon un operativo de la Policía para sacarlos de sus casas e irlos a matar a más de cinco kilómetros del referido cantón. 

Las primeras investigaciones fiscales apuntan a que a las víctimas se las llevaron en vehículo hasta el kilómetro 32 de la carretera Panamericana, donde los vapulearon, los vendaron, los amarraron de las manos y luego les dieron el tiro de gracia.

Fuentes fiscales aseguraron que claramente se está ante un caso de ejecución extrajudicial por la forma de como los asesinaron, aunque no se atreven a señalar si la masacre fue obra de algún grupo de exterminio o de policías.

En esta matanza, las víctimas fueron Precedes Hernández Domínguez, su hijo, Douglas Alexis Hernández Navas, Carlos Eliazar Chávez Montoya, y Alejandro de Jesús Flores Tejeda; cuyos cuerpos fueron hallados en un calle  vecinal.

Flores Tejada era hijo de un concejal de la alcaldía de El Rosario, Cuscatlán. Chávez Montoya era primo del agente de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) de la Policía Santos Fernando Montoya Montoya, asesinado el 29 de septiembre en el mismo cantón donde residían las víctimas de la masacre. 

Además, Flores Tejada era cuñado del agente Montoya Montoya, según residentes del lugar.
Investigadores de la Policía manifestaron el miércoles pasado que dos de las víctimas eran investigados por su supuesta vinculación con la muerte del agente Montoya Montoya, quien fue asesinado cuando manejaba un camión con dulce de panela.

Conocidos de las víctimas manifestaron que no creían en la versión policial, porque los señalados eran parientes del agente Montoya. 

Vecinos aseguran que eran trabajadores
Residentes del cantón La Soledad aseguraron ayer que al menos tres de las víctimas no tenían nada que ver con pandillas y que trabajaban en

la tierra para sostener a sus familias.

“Ellos no tenían problemas con nadie, eran trabajadores, tenían sus familias y siempre venían a jugar fútbol a la cancha”, dijo un residente que prefirió quedar en el anonimato por razones de seguridad.

Flores Tejada trabajaba junto con su padre en los terrenos   propiedad de éste último  donde han sembrado frijol, maíz y otros granos básicos.

Él deja en la orfandad a dos niños, uno de dos años y medio y otro de siete; confirmaron familiares.

También, Chávez Montoya, trabajaba en la agricultura, y deja a dos niños huérfanos, según vecinos.

Del padre y el hijo, Precedes y Douglas Alexis, los vecinos no pueden dar mayores referencias sobre ellos, aunque desconocen si este último pertenecía a algún grupo delictivo.

Las familias de las víctimas se han mostrado herméticas y no han querido hablar de lo que les pasó a sus parientes, ni de las razones ni de quiénes habrían asesinado a sus familiares.

El padre de Alejandro de Jesús manifestó el miércoles que su hijo no era pandillero y le había comentado, tres días antes de la matanza, que lo habían amenazado de muerte. Sin embargo, el concejal no quiso revelar quién o quiénes lo habrían amenazado por cuestiones de seguridad.

“Si me matan será por gusto, porque yo no le debo nada a nadie”, le dijo Alejandro de Jesús a su padre, según lo reveló éste último.

El funcionario municipal le recomendó que no lo tomara a broma la intimidación y que él estaba dispuesto a sacarlo fuera del país.
Cantón “poco peligroso”, según vecinos

Aunque no se observan señales de la presencia de pandillas en el cantón La Soledad, residentes aseguraron que algunos pandilleros viven en el referido cantón y aseguraron que es “un poco peligroso” de lo que aparenta. 

Manifestaron además que al menos 12 personas, la mayoría jóvenes, han desaparecido en la zona en los últimos dos años, sin que hasta el momento se sepa de sus paraderos.

A la inseguridad en el sector se le suman los no menos siete homicidios que se han registrado en el mismo período, la mayoría de las víctimas eran jóvenes. 

Los vecinos sospechan que pandilleros que viven en los cantones Veracruz y San Antonio y quienes llegan a sembrar el terror entre los residentes serían los responsables de esas desapariciones y de los asesinatos registrados en la zona.