Ministerio de Defensa niega datos sobre explosión en Caballería

La oficina de Información argumentó que es información reservada

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La mañana del 28 de septiembre pasado se registraron tres potentes explosiones en dos bodegas que almacenaban pertrechos en el Regimiento de Caballería, Sitio del Niño, San Juan Opico

/ Foto Por Archivo

Por David Marroquín

2015-10-22 8:23:00

El Ministerio de Defensa se negó a entregar información sobre la empresa que hacía los trabajos de remodelación de las dos bodegas con explosivos que detonaron la mañana del 28 de septiembre a raíz de las chispas de soldadura en el Regimiento de Caballería, con sede en Sitio del Niño, San Juan Opico, La Libertad.
   

El Diario de Hoy solicitó a la Oficina de Información y Respuesta del Ministerio de Defensa que  le proporcionará el nombre de la empresa, la copia del proceso de contratación y el contrato de la referida compañía, que realizaba las remodelaciones.

También se les solicitó el inventario (listado) de los pertrechos que estaban almacenados en las bodegas al momento de las explosiones. 

Sin embargo, la Oficina de Información del referido ministerio respondió:  “se deniega la información solicitada por su carácter de reserva según el artículo 19 literal F, de la Ley de Acceso a la Información Pública, el cual establece que es información reservada, la que causare un serio perjuicio en la prevención, investigación, o persecución de actos ilícitos, en la administración de la justicia o en la verificación del cumplimiento de las leyes”.

Con la negativa de entregar la información requerida,  la referida oficina da por evacuada la petición formal en cumplimiento a la Ley de Acceso a la Información Pública,  y en el tiempo legalmente establecido.

La resolución de la denegación de información número B3.1-015-120/06OCT015 está firmada por el coronel Ángel María González Sermeño, en su calidad de oficial de información del Ministerio de Defensa.

El ministro de Defensa David Munguía Payés dijo en su oportunidad que la empresa había sido contratada cumpliendo los requisitos establecidos en la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Sector Público; aún cuando el referido ministerio cuenta con su propio departamento de Ingeniería y personal capacitado para ese tipo de trabajos, según fuentes militares.

Las tres potentes explosiones dejaron al menos once personas lesionadas, entre ellas cinco militares, y causaron daños de distinta consideración en 112 viviendas que se encuentran en un radio de kilómetro y medio de la  guarnición militar.

Munguía Payés aseguró en un primer momento que las chispas de soldadura de los trabajos que se realizaban cerca de las bodegas con explosivos provocaron las detonaciones. 

También se manejó que la posibilidad de un cortocircuito por la sobrecarga en el sistema eléctrico.

El jefe militar dijo en esa oportunidad que hubo fallas en las medidas de seguridad por parte de la empresa que hacía los trabajos y también de los responsables de Caballería por no supervisar dichas tareas.

Diez días después de las explosiones, el equipo investigador que fue  dirigido por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su siglas en inglés) de Estados Unidos confirmaron la primer versión que dio el  ministro Munguía Payés.

Los expertos estadounidenses en conjunto con la Policía, la Fiscalía y el Ministerio de Defensa, concluyeron que las explosiones se originaron porque  chispas de  soldadura cayeron en las bodegas uno y diez del edificio “J” donde había gran cantidad de explosivos

Al concluir las investigaciones, el fiscal general Luis Martínez confirmó que en las bodegas se almacenaban explosivos decomisados tanto por la Fiscalía como por la Policía, además de otras evidencias que estaban a las órdenes de los tribunales de Justicia.

Martínez,  dijo esperar que la destrucción de los evidencias destruidas que estaban en el depósito no afectara ningún proceso judicial, porque “están los estudios, las documentaciones, las cadenas de custodia y esto fue un hecho accidental y está debidamente documentado”.

En una de las bodegas había más de 4,000 libras de explosivos y en la otra, unas 22,000 libras de lo mismo y  más de 850 detonadores.

Al material explosivo se le sumaron las 3,400 libras de productos pirotécnicos y de explosivos industriales que estaban almacenadas.
Lo que generó que las explosiones fueran tan potentes fueron 82 bloques de  TNT que estaban embodegados.