La construcción de un proyecto habitacional en la que se talaron más de 400 árboles en la finca Florencia del municipio de Nuevo Cuscatlán, cuenta con el permiso del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARN) que, además, tiene en evaluación otros dos proyectos de edificación en ese mismo terreno.
Lo anterior fue confirmado ayer a este periódico por Celina de Monterrosa, quien es la directora general de evaluación y cumplimiento ambiental del MARN.
De Monterrosa argumentó que este proyecto de desarrollo urbanístico no se encuentra en un área protegida, aunque sí es una zona considerada como área sensible.
La funcionaria del MARN confirmó que el titular de ese proyecto habitacional es el Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA) y que el primer proyecto que presentó era más grande, pero se le denegó el permiso en 2014. Aunque luego el Ipsfa modificó sustancialmente el proyecto original y entonces, tras la evaluación pertinente, ese ministerio les dio su aval en 2015.
“Una diferencia importante es que el proyecto original de Kuaukali comprendía 347 viviendas y 103 lotes; el proyecto aprobado solo comprendía 131 viviendas, no comprendía lotes; o sea que fue significativa la disminución de la propuesta original presentada por los titulares (del IPSFA)”, justificó de Monterrosa.
Aunque empleados que trabajan en las obras de terracería en el proyecto Kuaukali, aseguraron a El Diario de Hoy que eran más de 200 casas a construir, y una fuente de la comuna de Nuevo Cuscatlán explicó que eran 800 viviendas, el MARN sostiene que el proyecto presentado ya modificado , y que fue avalado, es de 131 viviendas.
En otra zona de Nuevo Cuscatlán el Ipsfa vendió cinco lotes a la empresa Terrein S.A. cuyos socios eran el expresidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes; y su exasesor, Byron Larrazábal.
En área sensible
Aparte de la reducción en la cantidad de viviendas a construir, el MARN tomó en cuenta para dar el permiso que la finca Florencia, donde se construye ese proyecto, no es una zona natural protegida.
“No, no es una área natural protegida, sí es un área considerada con mucha sensibilidad. La zona de la cordillera El Bálsamo es una zona de recarga acuífera y es una zona con bastantes pendientes, todo eso determinó que se le denegara el primer proyecto”, al Ipsfa, manifestó directora general de evaluación.
Según explicó de Monterrosa, en el primer proyecto que le fue denegado al Ipsfa contemplaba lotes ubicados en zonas muy pronunciadas, es decir, de mucho riesgo; además porque contemplaba zonas consideradas biológicas.
De acuerdo con la funcionaria del MARN, en las zonas protegidas no se puede hacer ningún tipo de construcción, mientras que en las áreas sensibles, sí; aunque con algunas condiciones a cumplir por parte del propietario del proyecto.
“Las áreas naturales protegidas ya tienen la normativa establecida, en las cuales no se puede hacer ningún tipo de intervención. Nosotros en las áreas protegidas no pudiéramos ni siquiera considerar un permiso, las otras áreas si bien no existen estas restricciones, hay restricciones medioambientales que se consideran al evaluar el impacto ambiental”, explicó.
Según de Monterrosa, con el permiso otorgado al proyecto Kuaukali, al propietario del mismo se le impusieron algunas condiciones o medidas que debe de cumplir.
Mencionó, entre ellos, debe de cumplir con plan de revegetación, de reforestación, y con un plan de protección del hábitat de la fauna existente en esa zona.
Fuentes de la alcaldía de Nuevo Cuscatlán aseguraron a este periódico que Kuaukali es el más pequeño de, al menos, 5 proyectos que se vienen en la finca Florencia y que ya cuentan con la autorización de la comuna.
Entre estos se encuentran los proyecto Cayalá, Santa Elena Island y Florencia, aparte de Kuaukali. Sin embargo, el MARN solamente ha dado el permiso a Kuaukali y tiene dos de ellos en trámite.
“En esa zona tenemos el de inversiones Florencia en evaluación y tenemos otro que se llama Santa Elena Island, solamente esos en esa zona”, aseguró de Monterrosa.