Matan a motorista y cobrador por extorsión en San Vicente

Uno de los ultimados deja a una niña de cuatro años en la orfandad, y a su esposa que está en rehabilitación tras sufrir un derrame cerebral, aseguran familiares

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Motorista y cobrador de la Ruta 301 fueron asesinados por pandilleros que se subieron como pasajeros en San Vicente.

/ Foto Por Douglas Urquilla

Por Yeny Letona

2015-09-15 5:10:00

“Le dijo (su esposa) a él que ya no siguiera laborando y que mejor buscara otro trabajo”, relató un pariente de Rudys Benjamín Flores Castro, de 30 años, cobrador de la ruta 301 asesinado ayer por cuatro pandilleros en Apastepeque, San Vicente.

Flores Castro y el motorista Armando Huezo Renderos, de  44 años, fueron bajados por la fuerza por cuatro sujetos que se habrían hecho pasar como pasajeros de la Ruta 301, en el desvío de San Vicente, aseguró la Fiscalía General.

Según el Ministerio Público, los sujetos dejaron en la unidad a los pasajeros y procedieron a bajar al motorista y cobrador del bus y los obligaron a ponerse boca abajo para ejecutarlos.

Los hombres habrían recibido más de 25 disparos con arma calibre 9 milímetros y otra que arma larga que no pudo determinar la Fiscalía qué calibre era. 

La Fiscalía dijo que cuatro sujetos que viajaban como pasajeros pidieron que las víctimas les hicieran la parada en el kilómetro 58 de la carretera Panamericana y que posteriormente los obligaron a bajar.

Otra de las versiones que se manejó tras el doble crimen fue que, un vehículo se encontraba ya esperándolos y que se los habría llevado para asesinarlos, versión que no pudo ser confirmada por las autoridades.

Fiscalía presume que el móvil del crimen está ligado al cobro de la extorsión que pandilleros exigen a los transportistas.

Buscaba otro trabajo

Familiares de Flores Castro aseguraron que tenía 12 años de laborar en la Ruta 301 que hace su recorrido de San Miguel a San Salvador y viceversa y que luego que su esposa sufrió un derrame cerebral, él había optado por buscar otra fuente de empleo, pero sin éxito.

“Cuando ella (esposa) se dio cuenta de que la ruta estuvo en paro (que afectó a miles de salvadoreños a finales de julio) se comenzó a sentir mal. Le dijo a él que ya no siguiera laborando y que mejor buscara otro trabajo”, señaló un pariente de la víctima. 

Según indicó un familiar de la esposa, cuando a Flores Castro le daban el día libre, este prefería no tomarlo y pedir que le dieran trabajo en otra ruta.

“Todo con el afán de recoger más dinero para poderle comprar los medicamentos a su esposa”, ya que dijeron que se encuentra en rehabilitación tras haber sufrido un derrame cerebral y que él era su única ayuda.

Al preguntarle a otro pariente del cobrador asesinado si había recibido amenazas dijo que “él era un hombre bien callado y que esas cosas no se las daba a conocer a su esposa”, para que ella no se preocupara y complicara su padecimiento.

Benjamín deja a una niña de cuatro años en la orfandad.

Pagaban la extorsión
Un empresario de transporte de la cooperativa para la que trabajaban el motorista y cobrador de la Ruta 301, aseguró que ellos pagan quincenalmente la extorsión a los pandilleros para que “que les dejen trabajar en la zona.

El empresario no precisó el monto de lo que pagan a pandilleros, pero dijo que son cantidades “bastante considerables” por dejarlos circular.

Añadió que las 60 unidades con las que cuenta la cooperativa pagan puntualmente la extorsión.

“Nosotros como transportistas venimos por muchos años aguantando esta situación. Siempre pagamos las extorsiones y siempre somos víctimas de este flagelo de la delincuencia”, señaló preocupado y molesto con el Gobierno  el transportista. 

Capturas por doble crimen
Cuatro sujetos que no fueron identificados por la Policía Nacional Civil (PNC) fueron capturados ayer en vías de investigación por el asesinato del motorista y cobrador de la Ruta 301.

Dos de los detenidos eran menores de edad, señaló la Policía.

Los sujetos merodeaban la zona donde era procesada la escena por el Instituto de Medicina Legal (IML), algo que hizo levantar sospechas en las autoridades policiales por lo que les dieron persecución a pocos pasos de donde ocurrió el crimen y los detuvieron.