Como un pequeño problema con una solución sencilla, valoró la ministra de Salud, Violeta Menjívar, las fallas registradas en las tuberías del Hospital Nacional de la Mujer.
“Esa es una situación que no terminó la empresa anterior, hicimos todos los arreglos y procesos que se hacen en este tipo de circunstancias administrativas, se le tuvo que hacer un descuento, es algo pequeño”, dijo la funcionaria.
Menjívar reveló que las labores de reparación en el nuevo Maternidad podrían costar alrededor de $10,000.
Los trabajos son necesarios para atender los desperfectos presentados en las tuberías del hospital. Según la ministra, los $10,000 necesarios para las reparaciones se obtuvieron al descontarle a la primera empresa constructora.
Al preguntarle qué falló en la supervisión de la obra y si se multará a la empresa por los problemas, Menjívar dijo que la medida que tomaron ha sido el descuento.
“Es un arreglo que no es grande, es de unos pocos miles de dólares, no es algo importante y eso va a subsanarse”, sostuvo.
La funcionaria dijo que el arreglo se dio porque no fue necesario descontarle mucho a la empresa, cuyo nombre prefirió omitir.
El Hospital Nacional de la Mujer es el más nuevo del sistema público de salud, fue inaugurado en mayo del año pasado y presentado por las autoridades como el modelo de “un centro moderno” y especializado para la atención de las mujeres.
Sin embargo, desde que comenzó a funcionar, en diversas ocasiones, trabajadores han denunciado inesperadas rupturas en las tuberías, que incluso han inundado pasillos y oficinas.
“Por esa razón llegamos a lo que llegamos, de corregir una falla y eso es lo que hemos hecho”, sentenció Menjívar frente a la situación en el hospital.
La secretaria de Sigesal Maternidad, Blanca de Galindo, considera que el hospital requiere de mayor atención, así como de más obras de restauración ante los problemas que han ocurrido.
“Para la ministra, como ella no está aquí en el hospital, no está sufriendo los problemas que tiene el personal y las pacientes cuando nos quedamos sin agua”, consideró De Galindo.
Señaló que las constantes fugas de agua de las tuberías han generado daños también en los techos y paredes.
“Cuando se arruina alguna llegan los de mantenimiento a medio repararlas, pero uno nunca sabe de dónde podrá saltar el chorro”, apuntó de Galindo.
Los defectos en la construcción también han llevado a que haya lapsos en los que ciertas áreas del hospital se queden sin servicio de agua potable.
Los trabajadores han documentado cómo les toca recoger agua en depósitos y botellas vacías para poder llevarla a los servicios que más la necesitan. De Galindo dijo también que existe el riesgo de que se dé una fuga de agua de una tubería sobre las áreas donde están los bebés.
Recientemente de Galindo reportó un problema en los quirófanos de la Máxima Urgencia. Por las fugas se estaba carcomiendo parte del techo.
Trabajadores de mantenimiento tuvieron que abrir un hueco y descubrieron que el cielo falso es compuesto por cartón y durapax, cuando ellos creían que era de un material más resistente.
De Galindo consideró urgente reforzar el presupuesto del hospital, para todo el mantenimiento preventivo y correctivo que requiere el nuevo edificio.