Familias afectadas por sismos siguen durmiendo en los patios

El daño en las 86 casas se registró el 9 de agosto y siguen durmiendo a la intemperie

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Los daños en las viviendas son evidentes. Ante ello, hay cinco familias albergadas desde hace más de un mes en la escuela local.

/ Foto Por Carlos Segovia

Por Lucinda Quintanilla

2015-09-17 7:31:00

USULUTÁN.  Desde hace más de un mes, las 86 familias del caserío Potrerillo en cantón El Quebracho del municipio de   Alegría, duermen a la intemperie, después de que sus casas fueron declaradas inhabitables debido a los daños provocados por un enjambre sísmico registrado en agosto y que hasta la fecha sigue atemorizando sus vidas.

Melvin Hernández, residente de la comunidad y concejal de la alcaldía de Alegría, explicó que “las familias siguen durmiendo en los patios de sus casas, eso nos preocupa, porque aun no vemos soluciones concretas”.  

De las 86 familias, 81 permanecen en sus terrenos, aunque durmiendo fuera de las casas, en tiendas de campaña. 

 Las cinco restantes, debido al daño de sus viviendas o a que se ubican bajo enormes paredones, decidieron evacuar y albergarse en la escuela de la localidad desde agosto pasado.

Hasta ayer, esas cinco familias continuaban resguardadas en dos aulas del centro escolar de la comunidad.  

Las autoridades municipales indicaron que construirían casas provisionales, al menos para esas cinco familias, en un predio municipal, pero hasta ahora no han concretado ese plan.

  Hernández sostuvo que la alcaldía presentó una solicitud  a varias instituciones para poder construir un proyecto habitacional.

En el proyecto planteado las viviendas a edificar están  valoradas en tres mil dólares  y son antisismicas, pero hasta ahora no han recibido una respuesta favorable.

“La solicitud fue enviada a un conglomerado de instituciones que incluye la empresa privada, pero aún se espera por respuesta”, indicó el concejal.

Los afectados aseguraron que miembros de Protección Civil de Usulután les dijeron que les entregarían láminas para construir casa provisionales, pero que hasta ayer  no recibían nada.

Nada en concreto
En este punto, la vice gobernadora departamental, Edelmira Rodríguez, explicó que “hemos gestionado desde nuestras posibilidades con todas las instancias, nos reunimos, pero hasta ahora nadie nos responde para poder ayudar a las familias”.

Aseguró que fue la comuna la que  estaba buscando ayuda para dotarles de láminas y madera, mientras sale algún proyecto habitacional, pero que hasta ahora no les entregan nada.

Las familias se muestran preocupadas porque nadie les da respuestas para solventar la vulnerabilidad en la que viven las  familias.

Rodríguez indicó que lo único que pudieron hacer fue conseguir prestadas  86 tiendas de campañas para igual número de  familias, al menos hasta darles una solución habitacional.

“Las tiendas de campaña nos las prestaron en la Sexta Brigada de Infantería y ahi pueden dormir hasta seis personas, ademas se les dotó de 21 yardas de plásticos a cada familia para que se resguarden”, señaló la funcionaria de la gobernación usuluteca.

Por ahora, las familias solo quieren que les den una respuesta concreta y no los mantengan con falsas esperanzas de que podrían recibir ayuda. 

 “Lo único que pedimos es que sean claros, tenemos más de un mes durmiendo en los patios”, dijo una de las afectadas, que prefirió no revelar su  identidad.

Los vecinos agregan que ahora la preocupación ya no solo es la falta de una vivienda en buenas condiciones o los temblores que aún se mantienen en la zona, sino también el hecho que el personal de la Fuerza Armada que estaba destacado en el lugar para dar seguridad, fue retirado en la presente semana.

“Ahora los hombres hacemos turnos para cuidar a las familias, sentimos que nos  están dejando solos”, explicó otro de los afectados.

Las familias aseguran que la sismicidad se mantiene en la comunidad y el temor de que se caiga lo poco queda en pie es latente, además de que haya pérdida de vidas.

El Diario de Hoy publicó el mes anterior que la comunidad Potrerillo es considerada por  Protección Civil como de alta vulnerabilidad, pues se sitúa en una falla geológica que es la que genera constantes movimientos sísmicos.