“La muerte del agente José Reinaldo Hernández Vásquez no puede quedar en la impunidad como muchas otras personas que han sido asesinadas sin causa alguna”, manifestó ayer en los actos fúnebres, el capellán Adán de La O Arias, de la Policía Nacional Civil de Cabañas.
Con los honores de héroe, así como con un masivo acompañamiento de policías, familiares y vecinos dieron ayer el último adios al agente Hernández Vásquez.
El agente destacado en la Unidad de Control Migratorio de la zona Paracentral fue enterrado no en un cementerio general o municipal, sino en el terreno donde residía con su familia en el cantón Huiziltepeque, en el municipio de San Pedro Perulapán, Cuscatlán.
Hernández Vásquez fue uno de las tres víctimas que fueron ametralladas en un autobús de la ruta 144-A, la noche del miércoles por pandilleros desde una loma del cantón Miraflores.
Los actos fúnebres iniciaron a las 2:00 de la tarde con una misa ofrecida por el capellán de la PNC de Cabañas, en una Ermita de la zona a solo unas cuadras de su residencia.
En su sermón el religioso fue vehemente al afirmar “estos hermanos (homicidas) no tuvieron alma ni corazón para quitarle la vida a las personas, pero Dios siempre ve el corazón del hombre, y nos dice que el que hierro mata a hierro muere”.
El capellán reconoció que no está en “nuestras manos resolver este problema social que vivimos”, al tiempo que preguntó ¿hasta cuándo va a parar esta escalada? Citó que la encíclica del papa Pablo Sexto, dice “que ninguna guerra es justa mientras hayan vidas de por medio” para condenar el asesinato del agente y dos personas más el miércoles anterior.
Más tarde la banda policial ce Cuscatlán acompañó a la concurrencia de la iglesia al terreno donde sería sepultados los restos del agente.
En el acto oficial, algunos jefes policiales se refirieron a la trayectoria del agente Hernández Vásquez.
Entre otras cualidades, el oficial de la unidad de Control Migratorio de la zona Paracentral, Roberto Antonio Lazo citó que Hernández Vásquez se caracterizó por ser un padre amoroso y responsable (con sus dos hijos). Se graduó como agente policial de la Academia Nacional de Seguridad Pública en mayo de 2003 e inmediatamente pasó a formar parte de la PNC.
Durante su servicio en la corporación recibió varias formaciones donde mostró un espíritu de servicio y solidaridad.
Entre tanto el jefe de la unidad de Control Migratorio, Fernando Enrique Parada Batres, se refirió a Hernández como un agente, quien en sus últimos seis años se distinguió por velar por el buen funcionamiento de la PNC, al tiempo que se destacó en la región de Oriente en San Miguel y la región Paracentral en San Vicente.
“Será un agente que nos hará mucha falta pero es el juramento que hacemos en la Academia Nacional de Seguridad Pública cuando nos graduamos, que vamos a defender la paz y la justicia aún hasta contra nuestra propia vida” subrayó el comisionado Parada Batres.
El comisionado manifestó que para el cuerpo policial Hernández es un héroe que siempre vivirá para darles ánimo para seguir trabajando.
Agregó que confía que los departamentos de investigaciones de la Policía resolverán este caso y los delincuentes culpables tarde o temprano deben pagar el delito y recibir lo que se merecen.
La jefa de la región Paracentral de la Policía, Verónica Uriarte dijo que están seguro que capturarán a los homicidas del agente policial, de las otras dos personas que murieron el miércoles anterior y de los seis pasajeros que resultaron lesionados.