SANTA ANA. Lo que comenzó como un sueño ahora es una realidad. Un grupo de mujeres visionarias y amantes de la belleza del lago de Coatepeque, formaron hace tres años lo que denominaron “BioCoatepeque”.
Con ello, además de buscar la conservación de este manto de agua, buscan brindar opciones de vida a los jóvenes que viven en el contorno de esta belleza natural.
Ana Gloria Ávila de Cristales, una de las fundadoras de esta iniciativa, asegura que durante el primer año sensibilizaron a los jóvenes de los seis centros educativos que funcionan en el sector, sobre la importancia del lago.
Para ello, contrataron a un biólogo que les diera clases sobre flora, fauna, paisajismo e historia del lago de Coatepeque.
El año pasado se dedicaron a formar los equipos de trabajo de guías turísticos y de fotógrafos. En el primer aspecto recibieron el apoyo de la Fundación Coatepeque, que les proporcionó sus dos áreas naturales para que pudieran hacer senderismo. Se trata de Cerro Pacho y Las Peñas.
En el caso de los amantes de las fotos, la compañía Raf les otorgó dos técnicos para que compartieran con los jóvenes aspectos básicos de este arte. Los mejores han sido becados y continúan estudios formales en la escuela que tiene esta empresa en San Salvador.
Para este año, el proyecto está enfocado en poner en práctica todo lo aprendido. Es así como ya han realizado diferentes caminatas, gracias al apoyo de diversas empresas.
Actividades
El sábado 26 de septiembre han programado su BioMaratón de Mariposas, dice Ávila de Cristales.
Las personas interesadas pueden armar grupos de 10 o más personas y contactar con esta entidad al 2245-0561, o escribir a la red social Facebook, donde aparecen como BioCoatepeque. El costo por participante es de $1.50.
Los fondos recaudados serán para promover la educación ambiental y el emprendimiento entre los jóvenes estudiantes de la comunidad. “Todo el dinero se reparte entre los chicos, a nosotros no nos queda ni un cinco”, aclara Ávila de Cristales.
La mujer asegura que aunque estos recorridos empezaron a nivel empresarial, hoy los han abierto a la ciudadanía. Lo que buscan, además de atraer turistas a este sitio, es que los jóvenes se queden trabajando en su lugar de origen, cuiden el medio ambiente y reciban beneficios.
Al final, el objetivo principal es enseñarle a la juventud cómo ganarse la vida honradamente y al mismo tiempo, contribuir con el cuidado del medio ambiente.
El apoyo
El director ejecutivo de la Fundación Coatepeque, Alejandro Villacorta, dice que decidieron apoyar esta iniciativa porque ellos también buscan el bienestar social y económico de las familias que residen cerca del lago.
Este proyecto se unirá a otros que ejecuta la Fundación. Por ejemplo, para finales de año lanzaran los talleres de oficios para jóvenes de 16 años. La idea es capacitarlos para que puedan aportar dinero a sus grupos familiares. Recibirán el apoyo de Insaforp.
Tanto el proyecto de BioCoatepeque como los de Fundación Coatepeque buscan conservar este afluente natural, pero sobre todo brindarles herramientas a jóvenes residentes de la zona para que puedan desarrollarse en diferentes facetas.
“Consideramos que es una buena oportunidad, una nueva ventana de vida para que ellos (los jóvenes) disfruten del lugar que tienen y para que conozcan”, acota Villacorta.