SANTA ANA. Unas 40 personas que forman ocho familias en el cantón Planes del Ranchador, fueron afectadas la noche del pasado domingo, luego de una constante lluvia que cayó en el territorio santaneco.
Victoria Virginia, de 11 años, recuerda que a la medianoche escuchó llorar a su cachorro de meses de nacido. “Cuando me tiré del camarote, caí en el agua; y fue entonces que desperté a mis papás y a mis hermanos”, dice la niña, quien junto a sus hermanos han dejado de ir a la escuela porque todos sus cuadernos se mojaron, al igual que los zapatos, ropa, muebles y electrodomésticos.
Esta familia reside a la orilla de la quebrada El Jordán, la cual no dio abasto debido a que se encuentra obstruida por basura. Así lo confirmó el alcalde en funciones de Santa Ana, Rafael Enrique Guerra Alarcón.
El funcionario explicó que el problema no es nuevo. Data de al menos ocho años atrás, dijo.
Las causas son varias. Entre ellas, el problema de construcción de viviendas y muros en zonas donde no deberían de haber; así como el cierre del desagüe natural que existía.
En este último punto, David Peñate Durán, habitante y miembro del comité de salud de la iglesia Arca de Dios, de la localidad, explicó que el cierre del desagüe al centro del cañal es lo que más les ha perjudicado. “Los que alquilan el terreno para sembrar caña lo cerraron y abrieron este otro (desagüe) a la orilla de las casas”, lamentó.
El alcalde en funciones aseguró que tratarán de buscarle una solución integral al problema para evitar que este tipo de tragedias continúen dándose en esta zona.
Mientras tanto, ayer mismo activaron la comisión municipal de Protección Civil, donde por ley la alcaldía de Santa Ana asume el control.
“La primera acción es estar listos ante otra eventual lluvia, para que la gente se sienta segura y, si es necesario, evacuar a la escuela más cercana”, dijo Guerra Alarcón, quien hizo el llamado a los santanecos altruistas a donar ropa y zapatos en buen estado para las familias afectadas.
Por su parte, la alcaldía proveerá de colchonetas y víveres a las personas que han salido perjudicadas.