A juicio de Jorge Briz, el establecimiento de una Comisión Internacional contra la Impunidad y Corrupción es un proceso largo pero necesario. Al menos en una etapa de desarrollo de países como los centroamericanos que aún están en la consolidación de la democracia.
Aunque siempre deben respetar la soberanía de los países, cree necesaria la concurrencia de organismos internacionales como las Naciones Unidas (de la cual depende la CICIG) al menos en parte del proceso de institucionalización. Es necesario pedir ayuda externa, opina.
Luego de la experiencia guatemalteca con la CICIG, tanto El Salvador como Honduras piden una, aunque siempre hay sectores que se oponen, sobre todo los políticos en el poder. ¿Es necesario un organismo como CICIG?
Creo que dado el avance tan grande que ha tenido la corrupción en los tres organismo del Estado creo que es importante esta intervención de un organismo internacional. Ellos tienen más capacidades de investigar con mucha más independencia y gozan de mucha más protección en el entorno. Eso hace que efectúen investigaciones profundas, sin temor a represalias en el futuro de estas mafias y sectores corruptos. La receta para Guatemala seguramente no es la misma para El Salvador y Honduras. Lo que tenemos que tener conciencia es que hoy sí requerimos de ayuda externa, momentáneamente, mientras logramos hacer los cambios estructurales en nuestros países. Que efectivamente puedan denunciar e investigar a profundidad con independencia todas estas mafias y poderes paralelos.
¿Sí se requiere entonces en países como los nuestros?
En esta fase histórica que viven algunos países de Centroamérica, no todos, se hace propicio y por qué no decirlo, muchas veces indispensable para una época del proceso. Yo no estoy diciendo que tienen que permanecer por siempre en nuestros países, pero sí mientras consolidamos los cambios y fortalecemos la institucionalidad y a los cuerpos como el legislativo, judicial y el ejecutivo sí requerimos organismos independientes internacionales, siempre respetando la soberanía de nuestros países.
¿Pero cómo se logra instalar un organismo como CICIG dadas las presiones de políticos?
La instalación de la CICIG generó muchas discusiones, sobre todo cuando hubo comisionados que no dieron los resultados adecuados. Hay que tener la sabiduría de tener a la persona adecuada que cumpla con ese mandato que se le da de combate a la corrupción y que no actúe con intereses ideológicos o políticos, sino respecto al mandato que le ha dado soberanamente un país.
¿Es un proceso largo, verdad?
Es proceso que vino desde 2003 donde se propone un esquema de fiscalización. Fue largo, tardamos cuatro o cinco años en establecer a la CICIG