Como muestra de la disciplina de los militares, la hora de salida de su desfile, dentro de las fiestas agostinas, fue puntual:las 10:30 de la mañana.
El punto de partida:las fuentes Beethoven, sobre el Paseo General Escalón, de donde se enfiló sobre la Alameda Roosevelt, hasta llegar a la entrada norte del parque Cuscatlán.
Aunque fue un desfile más dentro de las festividades en honor al Divino Salvador del Mundo, esta vez millares de habitantes de la capital y de otros municipios de la zona metropolitana de San Salvador, se apostaron a uno y otro lado de la vía para admirar el paso de las carrozas en que eran conducidas las reinas de las diferentes unidades del ejército.
La banda de guerra de la Escuela Militar Capitán General Gerardo Barrios encabezaba el desfile, interpretando marchas militares (piezas musicales).
Atrás de los músicos y cadetes, lucía imponente la carroza en que iba la reina del ejército, Melisa I, quien igual que las soberanas de las otras unidades y batallones, repartía saludos, sonrisas y dulces a los asistentes.
Uno de los carruajes más admirado por el público fue el de la reina de la Fuerza Aérea de El Salvador, Fátima I, que había sido decorado con un avión de combate.
También la carroza de Andrea I, reina de la Fuerza Naval, fue muy aplaudida por los concurrentes, ya que se había construido sobre una lancha rápida de esta unidad militar.
Llamó mucho la atención entre los asistentes el carruaje de Lorena I, reina del Regimiento de Caballería, el cual era tirado por un caballo adiestrado para ello, al que le habían hecho trenzas en su crin.
Buenos comentarios
Después de los desfiles del Correo y del Comercio, el de los militares fue el que mayor cantidad de personas concentró durante el trayecto, y del que mejores comentarios hicieron.
“Es la primera vez que vengo a ver este desfile, porque los últimos 35 años los viví en Francia, pero me parece muy bonito, especialmente las carrozas”, dijo Dolores Martínez, quien recientemente volvió a El Salvador para quedarse.
“Me parece bien la organización de los militares y me gusta la alegría que tiene el pueblo salvadoreño, que se ve manifestada en los desfiles, tanto en el de ayer (lunes) y el de ahora (martes), que siempre la gente los viene a esperar”, dijo Edilberto Hernández Guzmán, de 52 años, quien viajó desde Santiago Texacuangos.
Luego de que el desfile concluyera, los numerosos elementos del ejército que participaron, así como el público que los acompañó se concentraron en el parque Cuscatlán, donde las Fuerzas Armadas montaron una exhibición de equipos logísticos y de guerra. Además hubo demostraciones de ejercicios y destrezas militares y diversión para chicos y grandes.