La embajada de Ecuador en El Salvador lució sus mejores galas para celebrar a lo grande el 206 aniversario de su independencia.
En el evento estuvieron presentes el embajador de Ecuador, Segundo Andrango Bonilla, personalidades salvadoreñas, diplomáticos radicados en el país, autoridades de la Iglesia Católica y demás invitados de honor.
A las siete y media de la noche inició la celebración en un hotel capitalino.
Los asistentes vistieron sus mejores galas para recordar el logro de Ecuador al independizarse y ser un país democrático y libre.
El país de la región noroccidental de América del Sur, festejó la gesta patriótica del 10 de agosto de 1809, cuando un grupo de criollos declaró la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito, lo que los ecuatorianos consideran como semilla del proceso independentista de América Latina.
Andrango destacó la fraterna relación bilateral con El Salvador, “la cual se ha visto fortalecida en este último año con la visita en dos ocasiones de, en su momento, el canciller Ricardo Patiño y en similar número de ocasiones, la de nuestro querido presidente Rafael Correa “.
Añadió que su misión diplomática le ha permitido compartir su cultura y aprender de la salvadoreña.
Entre los invitados de honor estaba el Nuncio Apostólico, Monseñor León Kalenga, quien definió a Ecuador como “un lugar lleno de mucha cultura, el cual algún día tendré el honor de visitar.”
El religioso también admiró las riquezas y la calidez ecuatoriana. ”Es un país amistoso y su gente nos hace sentir como en casa”, describió.
El embajador de Colombia, Julio Riaño, afirmó que ve a Ecuador como una nación con “mucha diversidad cultural “, la que es conocida en todo el mundo.
Arte diplomático
Los asistentes brindaron con el “canelazo”, la tradicional bebida del Ecuador y dijeron al unísono “¡Que viva Ecuador.”
La agregada cultural de la representación diplomática ecuatoriana Hipatia Zambrano, deleitó a los asistentes al bailar Romance de una tejedora.
El cónsul Patricio Villegas, guitarra en mano, interpretó para los asistentes la melodía “El Aguacate”, que, según explicó, es una canción que nunca falta en las celebraciones de su país