???Perder a un compañero policía es devastador???

El director ejecutivo de Giuliani Security & Safety,  fue policía en NYPD por más de 21 años, está consternado por el asesinato de policías en El Salvador

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John Huvane, director ejecutivo de Giuliani Security and Safety.

/ Foto Por EDH

Por Gerardo Torres, especial desde Washington

2015-08-10 9:00:00

John Huvane hizo un repaso a su recorrido como policía en la ciudad de Nueva York, principalmente en el área de narcóticos y homicidios, lo cual le hizo ser condecorado con la Medalla de Honor. Sin embargo, el recuerdo que no le abandona es el hecho de haber perdido compañeros víctimas de la violencia.

Huvane admite que no debemos olvidar que los verdaderos policías ingresan a la organización para ayudar a las personas, es decir, es una vocación de servicio. Perder policías es un hecho grave y cuando sucede queda en la memoria de los otros compañeros de la organización.

El experto en seguridad explica que la única forma en que los policías pueden superar el trauma de ver a sus compañeros asesinados es con el apoyo de otros policías. Sin embargo, a Huvane le indigna que los policías se vean obligados a asistir a los servicios fúnebres con las caras escondidas por miedo a posible represalias de las pandillas.

Con las altas cifras de homicidios, el paro al transporte público y la granada en un hotel capitalino, John Huvane cree que las maras están copiando las sanguinarias tácticas que el Cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar, utilizaba en los 90 para doblegar al gobierno colombiano y obligarlo a prohibir la extradición. 

“Parece que las maras están utilizando las mismas tácticas que el Cártel de Medellín utilizaba en los 90 para intentar arrodillar al gobierno”,   equipara.

 Pero Huvane lanza un mensaje de esperanza: “Si Medellín pudo vencer el crimen, El Salvador también puede”. 

Sin embargo, el director ejecutivo de Giuliani Security & Safety se muestra preocupado porque la situación no está mejorando con el paso del tiempo y parece que no hay un plan. Aunque admite que le agradó que el gobierno haya trasladado a algunos cabecillas de las maras a penales de máxima seguridad, ya que esa fue una de las recomendaciones que le hicieron a las autoridades para evitar que estos criminales sigan mandando desde las cárceles.

La situación de los policías

Huvane definitivamente cree que debe haber más policías y estar mejor equipados. Le parece increíble que en El Salvador se deba discutir sobre cuál es la mejor forma de proteger a los policías, cuando se debería estar discutiendo cuál es la mejor forma de que los policías protejan a las personas. 

El exdetective considera necesario que los policías tengan permiso de llevarse sus armas a casa porque  usualmente las maras dominan sus colonias. Con respecto a la idea de construir residenciales especiales para los policías, Huvane no cree que sea esta la solución y apuesta por concentrar recursos en proteger a las personas de la delincuencia, la cual actualmente afecta a todas las capas de la sociedad.

Algunos medios, como El Faro, han publicado artículos en el que denuncian que la policía ha estado cometiendo ejecuciones extrajudiciales. Le preguntamos a John Huvane sobre este tema y respondió: “Las posibles ejecuciones extrajudiciales deben ser investigadas. ¡Todas las vidas importan! Debe haber fe en el sistema”.

¿Mano dura o mano blanda? Mano eficiente

Huvane se muestra crítico con las políticas de seguridad pasadas implementadas en El Salvador, en especial con la “mano dura” y la famosa “tregua entre pandillas”. Y explica que una mano dura en la que se llenan las cárceles de personas inocentes solo para demostrar supuestos resultados siempre acaba incrementando la violencia y las treguas con grupos criminales, tal como demuestra la historia, nunca funcionan porque los empoderan.

John Huvane afirma: “Yo no creo en la mano dura, sino en la mano eficiente de arrestar a las personas que cometan crímenes”. Ahora bien, al igual que Rudolph Giuliani, Huvane opina que el sistema penitenciario salvadoreño está roto y es una “escuela del crimen”. “Las personas que cometen delitos menores salen de las cárceles con más malicia criminal”, afirma Huvane. 

Por tanto, es necesario arreglar el sistema desde el principio: una Policía que arreste más, fiscales que investiguen mas, jueces que condenen a más criminales y sistemas penitenciarios que sean capaces de retener a los delincuentes.