Mario Reymundo, de 25 años, regresaba de su faena agrícola ayer a la 1:20 de la tarde, cuando sujetos armados lo esperaban casi a la entrada de su casa, sólo para asesinarlo en el cantón Tecoluco Arriba en San Pedro Perulapán.
Según la Policía, Reymundo fue ultimado con escopeta y su cadáver quedó a pocos metros de la calle principal de ese cantón.
La víctima tenía casi totalmente destrozada la cabeza por los disparos.
Una subinspectora de la Policía manifestó que la víctima se congregaba en una iglesia evangélica de la zona. Familiares indicaron a la Policía que Reymundo era un joven soltero, sin hijos y que residía con sus padres.
Preliminarmente, la Policía afirmó que no tenía evidencias como tatuajes o versiones de los vecinos que hiciera suponer que la víctima tenía algún vínculo con pandillas.
Todo esto dificulta a la autoridad establecer verdaderamente cuál pudo ser móvil de este crimen.
El municipio de San Pedro Perulapán ha presentado altos índices de homicidios durante el año.
El último caso se registró el martes anterior por la noche en el caserío Villalobos del cantón Tecomatepeque, donde tres miembros de la misma familia fueron ultimados.
Las víctimas eran un nieto, la madre y el abuelo. El primero era un bebé de tan solo ocho meses de nacido.
De acuerdo con la frecuencia de los hechos, en San Pedro Perulapán, según las autoridades se registra un homicidio cada 15 horas.