Ultiman a machetazos a siete personas en la zona oriental del país

La Fiscalía informó de los asesinatos de un cuádruple y un triple crimen ocurridos en los municipios de Chirilagua, San Miguel, e Intipucá, La Unión. Las víctimas fueron atadas de manos y ultimadas a machetazos en la vía.

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En la zona oriental se registraron dos masacres en los municipios de Chirilagua, San Miguel e Intipucá, La Unión. En el primer caso se trata de un triple asesinato, mientras que en el segundo un cuadruple crimen.

/ Foto Por elsalv

Por Carlos Segovia

2015-08-14 9:37:00

ORIENTE. Los cantones Tierra Blanca, en Chirilagua, San Miguel y El Carao en la jurisdicción de Intipucá, La Unión, fueron las localidades en las que siete personas fueron asesinadas en dos hechos distintos, según las autoridades policiales y fiscales.

Los crímenes fueron catalogados por la Fiscalía como triple y cuádruple homicidio.

Las víctimas, a quienes las autoridades no reconocieron por no portar documentos de identidad, según la Policía, eran una mujer y seis hombres.

La Policía y Fiscalía confirmaron que   fueron ultimadas, aparentemente, a machetazos. Pero antes, los amarraron de sus manos.

Los cuerpos quedaron a orillas de la calle  que une a las referidas localidades de Chirilagua e Intipucá, y en diferentes tramos de la vía.

Esa situación  obligó a las autoridades a cerrar el paso y a procesar tres escenas, pues tres de las víctimas  quedaron en la jurisdicción de San Miguel, aproximadamente a siete kilómetros de donde se registraron las otras dos escenas en El Carao, en donde ubicaron dos cuerpos cada una.

Los cadáveres estaban boca abajo y con lesiones en cuello y espalda, según detallaron fiscales y policías que procesaron las tres escenas.

 En el caso de El Carao, el jefe policial de la delegación de La Unión, Roberto Munguía, confirmó que tenían dos escenas en donde encontraron los cuerpos de cuatro personas.

“En una hay un hombre y una mujer, mientras que en la segunda hay dos hombres con lesiones de arma blanca en el cuello y espalda. Estaban amarrados y sus cuerpos quedaron a la orilla de la calle”, dijo el oficial.

Detalló que entre las escenas de El Carao había una distancia de dos kilómetros aproximadamente, que nadie en la zona conocía a las víctimas y que no podía precisar si los crímenes estaban relacionados, aunque la Fiscalía catalogó los asesinatos  como un cuádruple homicidio en su cuenta de Twitter.

El oficial dijo que la Policía fue alertada a las 6:00 de la mañana por pobladores  de la zona y expresó que no podía asegurar si esos crímenes tenían relación con los ocurridos en San Miguel.

Mientras en La Unión las autoridades procesaban las dos escenas, en San Miguel, el laboratorio de la Policía levantaba evidencia del otro crimen múltiple en el que las víctimas fueron tres hombres, quienes al igual que los ultimados en El Carao, fueron amarrados de sus manos y atacados hasta matarlos, con arma cortopunzante, según lo detalló la Fiscalía.

El crimen ocurrió en el caserío Puerto Viejo, cantón Tierra Blanca, en el municipio de Chirilagua, en donde los vecinos reportaron el hallazgo de los cuerpos alrededor de las 8:30 de la mañana.

Dos de los cadáveres estaban a la par y  uno más fue dejado a unos 150 metros de los primeros.

Para llegar hasta esa zona en vehículo, se debe desplazar por tramos de vía que son muy solitarios y que por momentos colindan con la laguna de Olomega.

Una misma calle

Todos los asesinatos ocurrieron en un tramo de unos 10 kilómetros de vía, pues la calle en donde se registraron las escenas une a los cantones Tierra Blanca y El Carao.

Fuentes cercanas a la investigación aseguraron que los casos estaban relacionados, pero las autoridades locales de la Policía y Fiscalía no lo confirman.

De hecho, la fuente señaló que la  forma en que quedaron los cuerpos, el estar amarrados, las lesiones que presentaban y el tipo de arma que se usó para matarlos era similar, a lo que suman que los hechos se registraron en localidades vecinas.

Los crímenes se registraron entre  la noche de jueves y madrugada de viernes, según la información brindada por las autoridades fiscales y policiales de los departamentos de La Unión y San Miguel.

Al cierre de la nota aún no se conocía las identidades de las víctimas.

Más allá de los crímenes múltiples, los vecinos de la zona se mostraron alarmados con lo sucedido, sobre todo porque aseguran que la zona o el corredor entre El Carao y Tierra Blanca, no es frecuentado por pandillas.

Incluso, en el caso de Intipucá, el jefe policial Munguía aseguró que es una zona tranquila y que indagan sobre los móviles del crimen.

Confirmó que con los cuatro asesinatos suman nueve crímenes en lo que va de agosto, mientras que entre el uno de enero y ayer, el departamento de La Unión sumaba 120 homicidios.

Más muertes

Usulután no escapó a la ola de violencia que se registró en la zona oriental ayer.

 La Fiscalía reportó el asesinato de José Faustino Vega, de 38 años, en la calle que conduce a San Dionisio.

 Las autoridades vincularon a la víctima con una pandilla.

Mientras que en Jucuapa, Luis Guevara, de 36 años, fue asesinado en barrio La Cruz.

La cifra de homicidios en ese departamento en lo que va de agosto es de 16 casos, según las estadísticas de la Policía Nacional Civil.

Las zonas más violentas son Jiquilisco, San Dioniosio, cantón Puerto Parada y Jucuapa.

Incluso, en la presente semana, cuatro jornaleros desaparecieron en el municipio de Santa Elena y son buscados por familiares y autoridades policiales.

Mientras que en San Miguel, la Policía reporta 28 asesinatos en 14 días del mes.

En las últimas 48 horas han ocurrido dos crímenes múltiples, incluyendo el caso de Chirilagua.

La otra masacre fue en el cantón El Zamorano en la cabecera, en donde tres miembros de una misma familia, entre ellos una niña de 12 años, fueron acribillados a balazos por delincuentes.

El crimen ocurrió la tarde del miércoles y según las autoridades, los mataron porque los victimarios confundieron a las víctimas.

La situación causó indignación entre quienes conocían a las víctimas, de quienes dijeron eran personas responsables y se congregaban en una iglesia.