Policía asesinada en La Paz nunca fue ascendida

Familia resiente que pese a tener 22 años de servicio y haberse destacado no fue promovida

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Decenas de policías de diferentes unidades asistieron al entierro de Ana Deysi Cabrera, en Victoria. Foto EDH / Diana Escalante

Por Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2015-07-02 7:00:00

Cientos de pobladores de Victoria y Sensuntepeque, en Cabañas, y Suchitoto, Cuscatlán, se despidieron ayer de una mujer que se caracterizó por ser una luchadora incansable: la policía Ana Deysi Cabrera Hernández.

La agente, de 40 años, perdió la vida el martes en cumplimiento de su deber, al enfrentarse a balazos con un grupo de pandilleros en San Pedro Masahuat, La Paz.

En la balacera también murieron dos delincuentes y un policía que, junto a Cabrera, estaba destacado en el Sistema de Emergencias 911 de Zacatecoluca, resultó lesionado.

Ana Deysi —quien tenía cuatro hijos, tres de ellos menores de edad— fue sepultada ayer por la tarde en el lugar donde nació: el cantón Santa Marta, en Victoria, un bastión de la guerrilla durante el conflicto armado.

Cabrera combatió la mitad de su vida con la guerrilla bajo el seudónimo de “Heidi” y en sus últimos 22 años sirvió al país siendo parte de la corporación policial.

El viceministro de Justicia y Seguridad, Juan Javier Martínez, estuvo presente en el funeral, junto con el director de la Policía, Mauricio Ramírez Landaverde y el subdirector Howard Cotto, y resaltó las virtudes de Cabrera.

Martínez agregó que ella siempre sobresalió profesionalmente en todas las unidades policiales donde estuvo destacada.

“Fue una exitosa policía que supo jugar un (buen) papel en la Politur de Suchitoto y fue capaz de impulsar las oficinas de Atención Ciudadana y las oficinas de Atención Rápida a Mujeres Víctimas de la Violencia”, recordó el viceministro de Justicia.

Sin embargo, los esfuerzos que hizo la policía en beneficio de la población no fueron reconocidos.

Una hermana de la víctima relató consternada, antes de partir al cementerio, que Ana Deysi hizo todo lo posible por obtener un ascenso en la institución pero “no la tomaron encuentra”.

“Nos duele porque ella fue a luchar por ver si la ascendían, aunque sea a cabo, lamentablemente no la tomaron en cuenta y ella se lo merecía”, dijo la pariente de la agente.

Otras personas que también se mostraron conmocionadas por la pérdida de Cabrera fueron colegas de la víctima que pertenecen a grupos que velan por los derechos de los miembros de la corporación.

Según algunos de sus representantes, la mujer tuvo un papel muy activo en la lucha por la dignificación de la labor policial.

Muestra del afecto que amigos, vecinos y compañeros le tenían a Cabrera es que más de mil personas recorrieron unos tres kilómetros de calles empedradas del cantón Santa Marta para asistir al entierro de la agente.

Un centenar de policías de diferentes unidades de La Paz, Cuscatlán, Cabañas y San Salvador acompañó a los dolientes.

Horas antes del entierro, la secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato, también acompañó en el velorio a los familiares y amigos de la víctima.

Segunda mujer asesinada en menos de tres meses

Ana Deysi se convirtió el martes en la segunda policía asesinada por pandilleros en los últimos años y es la baja número 33 dentro de la institución en lo que va de 2015.

El pasado 20 de abril, la agente Wendy Yamileth Alfaro Mena, quien estaba destacada en el Sistema de Emergencias 911 de San Marcos, también fue ultimada por grupos delictivos en Zacatecoluca, La Paz.

Al respecto de los asesinatos de policías y el problema de violencia, el viceministro de Justicia señaló que el país saldrá adelante.

“Estamos seguros que saldremos adelante, no pueden haber fuerzas oscuras, no pueden haber parásitos de la sociedad que nos dobleguen ante la realidad y tú (Ana Deysi) estuviste convencida de que eso no se podía permitir”, expresó Martínez.

Por su parte, algunos compañeros de la agente repudiaron que pandilleros le hayan arrebatado la vida “cobardemente”, sin haber respetado que fuera mujer.

Ellos consideran que su compañera fue una heroína, que no tuvo temor de combatir a los delincuentes que tenían amenazados a los ciudadanos.