Liberan a la mayoría de sospechosos de ataques a policías y militares

El hombre cuya foto y ficha policial aparecieron en redes sociales, luego del ataque a los dos soldados, no se sabe oficialmente si fue capturado en los operativos

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El agente de la PNC asesinado en calle a Huizúcar fue sepultado ayer con honores. Foto EDH / Jaime Anaya.

Por Jaime García sucesos@eldiariodehoy.com

2015-06-30 7:00:00

Poco más de 48 horas después que dos soldados de la Brigada Especial de Seguridad Militar (BESM, antigua Guardia Nacional) fueran asesinados el domingo 21 de junio anterior, las autoridades policiales arrestaron a 56 personas en varias comunidades de San Salvador, entre los que presuntamente estaba uno de los hombres que fue captado corriendo, pistola en mano, por una cámara de videovigilancia.

En las redes sociales trascendió hasta la supuesta ficha policial del sospechoso, a quien identificaron como Édgar Gustavo Alcántara Sánchez, de 25 años, residente en la comunidad Concepción, distante unos 400 metros de donde mataron a los dos militares.

Sin embargo, nunca se supo oficialmente si Alcántara Sánchez había sido detenido por la Policía y soldados. La Fiscalía General negó saber de su detención o si fue remitido a un juzgado. No está preso. Anda libre.

Ayer, El Diario de Hoy corroboró a través de una fuente de la Corte Suprema de Justicia, que la última vez que esta persona fue puesta a la orden de un juez fue el 18 de julio de 2014.

De acuerdo con el informante, en esa ocasión fue capturado por el delito de agrupaciones ilícitas y puesto a la orden del Juzgado Especializado de Instrucción A, de San Salvador. Un declarante policial afirmó que si bien el hombre fue capturado, el que aparecía en las imágenes corriendo con la pistola era de la colonia Guadalcanal.

Para cuando la Policía llegó a dicha localidad, a registrar la casa de ese sospechoso, éste ya se había ido, afirmó la fuente policial.

“Desgraciadamente, ninguno de los autores materiales (del doble crimen) ha sido capturado” después de diez días, indicó la fuente.

Igual ocurrió con la redada que siguió al ataque contra un taller de mecánica automotriz de la Policía Nacional Civil (PNC), donde murió un mecánico y sufrieron lesiones dos más.

De inmediato, decenas de policías montaron un operativo policial por varias comunidades de San Salvador, tras lo cual capturaron a más de 50 sospechosos.

Uno de esos capturados fue José Santos Márquez Márquez, un hombre de 44 años que vive en una zona rural del municipio de Jocoaitique y que el lunes había salido de madrugada hacia San Salvador a comprar para abastecer su pequeño negocio y, de paso, visitar a unos parientes.

José Santos venía con su esposa y dos de sus hijos menores de edad. En el viaje, un bache le dañó una llanta y por ello decidió ir a comprar una usada, justamente a una llantería donde estaba un vehículo abandonado que, supuestamente, había sido usado por pandilleros para realizar el ataque al taller policial.

Ese fue todo su error. Ya cuando habían cambiado la llanta, unos policías se les acercaron. Por más explicaciones que dieron, con ofrecimientos de comprobar rápidamente los argumentos que presentaban, los policías lo detuvieron.

Devueltos a sus casas en autos policiales

Pero el mismo lunes, entre las 6:00 y 7:00 de la noche, casi todos fueron puestos en libertad, excepto quienes tenían alguna orden de captura.

Ante la presencia en la Delegación Centro de decenas de familiares detenidos, la Policía optó por ir a dejar a la mayoría de capturados a los mismos lugares de donde se los había llevado.

A José Santos, la Policía lo entregó a su esposa, luego de comprobar lo que les había dicho y que no tenía relación con el atentado.

El hombre dijo que no lo habían maltratado pero que era un verdadero suplicio haber estado detenido por primera vez en su vida.

Un microbús tipo Coaster hizo varios viajes para llevar a los detenidos. Algunos policías indicaron que se estaba liberando a las personas que, luego de checar en las bases de datos, no tenían órdenes de captura.

En la cuenta de Twitter de la Policía, el director de la Policía, Mauricio Ramírez Landaverde, publicó que a quienes estaban liberando era a las personas que no tenían ninguna relación con el ataque al taller policial.

El titular policial dijo, en la referida red social, que las redadas habían dejado buenos resultados y que los sospechosos del atentado ya estaban bajo custodia policial.

Sin embargo, hasta ayer al cierre de esta nota la Policía no había informado a cuántos y a quiénes había arrestado como sospechosos de atacar el taller policial y, consecuentemente, asesinar a un mecánico y lesionar a dos empleados más.

“No se trata de capturar por capturar”

El Fiscal General, Luis Martínez, se refirió a la liberación de los más de 50 sospechosos arrestados como sospechosos de asesinar a dos militares el pasado 21 de junio cerca de la Terminal de Oriente, en San Salvador.

“El fenómeno que se da es que muchas veces, las reacciones que se dan ante estos hechos es que la Policía hace capturas y aquí no es capturar por capturar. Aquí tenemos que llevar a los verdaderos responsables ante la justicia, porque es feo eso de llevar a tribunales a personas que no tienen que estar en esos lugares”, aseguró.

El fiscal Martínez afirmó que él mismo ha dado instrucciones a sus auxiliares para que cuando no se pueda sostener una acusación contra algún capturado, se ponga en libertad en la misma Fiscalía.

“Yo he dado instrucciones a los fiscales que cuando no se pueda sostener una imputación para algún sujeto o no sabemos si es el verdadero responsable, nosotros mismos en la misma Fiscalía los dejemos libre porque no vamos a someter a nadie a un proceso injusto”, afirmó.

Un mal abordaje

“Las redadas masivas realizadas por la Policía y la Fuerza Armada durante los últimos días y sus pobres resultados, ilustran perfectamente lo burdo y torpe que es el actual abordaje gubernamental de la crisis delictual”, afirmó el criminólogo Carlos Ponce.

Según Ponce, la inefectividad demostrada por las redadas masivas y los efectos nocivos que eso produce en términos de la erosión de la confianza ciudadana en las autoridades, es exactamente lo que se puede esperar de la principal apuesta operativa del Ejecutivo: los batallones de reacción inmediata.

Al utilizar esas tácticas, según Ponce, no solo repite sino que supera con creces la estrategia que tanto criticó el partido oficial en el pasado, afirmó el criminólogo.

Noche de puertas rotas

El lunes por la noche, decenas de policías y militares se volcaron a la urbanización Valle Verde III, en Apopa, luego que aproximadamente a las 6:00 de la tarde fue asesinado en su vivienda el cabo de la PNC identificado como Sergio de Jesús Estrada González.

En pasajes cercanos a la casa donde fue cometido el homicidio, la Policía hizo registros casa por casa y realizó varias capturas.

Las puertas de muchas viviendas fueron derribadas a pesar de que hubo vecinos que les indicaban que los moradores no habían regresado de trabajar.

Diputados reaccionan

El diputado de Concertación Nacional, Antonio Almendáriz, dijo que en la mayoría de los casos sí han capturado a los hechores. “Hay formas de reaccionar ante casos como estos y siempre, cuando hay cosas como esas, las reacciones son necesarias” afirmó el legislador y militar retirado.

Mientras tanto, Mauricio Vargas, legislador de ARENA, fue tajante al decir que no es rompiendo puertas ni capturando a 60 personas que se hará justicia.

“Tiene que hacerse de una mejor manera, con información, análisis e inteligencia suficiente. Hay una miopía en esta situación”, afirmó el general en retiro.

Según Vargas, se siguen realizando lo mismo: capturas indiscriminadas. Es el uso de la tecnología que tiene que desarrollarse; tenemos que hacer uso de la tecnología, de los análisis, indicó.

Según Vargas, la pronta liberación de los sospechosos es por falta de coordinación e integración interinstitucional que vemos permanentemente, entre la Fiscalía y de la misma Policía.

Entre tanto, el diputado efemelenista, Misael Mejía, dijo que la ley le da la facultades a la PNC de actuar en flagrancia y normalmente la Policía no es que actúe sin criterio en esos temas, ya más allá de eso la obligación de investigar es de la Fiscalía y del Órgano Judicial es otra cosa.

Según Mejía, la pronta liberación de los capturados no es por mal trabajo de la PNC, sino por el incumplimiento de la responsabilidad de investigación del delito de la FGR y los jueces. “Ese es el tema de fondo, escudarse en que la PNC no actúa es una irresponsabilidad”, acotó Mejía.