El alcalde de Santa Tecla, Roberto d’Aubuisson, dijo ayer en la entrevista República de Canal 33, que la administración anterior “cayó en el error de gastar los fondos de la comuna para que la nueva administración no encontrara dinero”.
Según el edil, se entregaron entre $350 mil y $400 mil a las Asociaciones de Desarrollo Comunal (Adesco) para realizar Pequeñas Obras de Gran Impacto (POGI), muchas de las cuales fueron mal ejecutadas y en otros casos no se realizaron, pero que el dinero desapareció, por lo que aseguró que solicitará una auditoria especial a la Corte de Cuentas de la República.
“Se dieron fondos para pequeñas obras de gran impacto, algunas de las comunidades sí hicieron proyectos, pero las hicieron como se les ocurrió, se encontraron algunas obras pero mal hechas”, aseguró el alcalde tecleño.
Dijo que también hay comunidades que le han manifestado que no obtuvieron fondos para realizar algunas de las obras que necesitaban.
“Dijeron: ‘Miren, como se perdió, el FMLN reorientó el dinero, y el proyecto de agua potable no se realizó”, ejemplificó el alcalde.
Afirmó, además, que algunas de las Adesco optaron por no recibir el dinero porque el mecanismo de entrega que se realizó era poco transparente y sin ninguna supervisión.
Agrega que están evaluando “POGI por POGI”, para detectar cómo se han realizado las obras, no descartó que algunos de los casos podrían ir directamente a la Fiscalía General de la República.
“Todos van a ir a la Corte de Cuentas, porque hemos solicitado una auditoría especial sobre el proyecto de pequeñas obras de gran impacto, porque hemos visto demasiadas anomalías”, subrayó.
Más señalamientos
Roberto d’Aubuisson también reiteró haber encontrado una administración que calificó de “caótica”, entre estas: anomalías en el organigrama, que incluso ya las había señalado la Corte de Cuentas, hallazgo de $45 millones de deuda a favor del municipio, de la mora de los contribuyentes hacia a la alcaldía sin cobrar, de los cuales ya prescribieron (caducaron) $15 millones en junio.
También mencionó entre otras irregularidades “un negocio raro” que consiste en una deuda de $450 mil con la cooperativa El Bosque.
También, dijo haber encontrado la compra de unas lámparas LED para el alumbrado público, cada una valorada en $400, por parte de la antigua administración, pero asegura que ellos han cotizado y encontrado un precio más bajo.
“Se dio una concesión a 20 años para la administración de las lámparas, se iban a poner unas 6,000 lámparas a $450 cada una, eran en promedio entre $3.5 y $4 millones, lo que la empresa iba a invertir, pero se iba a embolsar $23 millones en el lapso de 20 años”, dijo al cuestionar el contrato.