Chantajean a parientes de joven desaparecido

Familia pagó un rescate pero aún no localizan al menor

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En Medicina Legal hay carteles en los que se pide información sobre gente desaparecida.

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2015-07-02 7:00:00

Parientes del joven Rafael Antonio Marroquín Gudiel, de 17 años, quien desapareció el sábado 6 de junio, cuando regresaba de estudiar en el desvío a San José Guayabal, en San Martín, denunciaron haber sido extorsionados por un sujeto, quien prometió entregarles al muchacho en menos de 12 horas.

Aunque la familia no tenía la cantidad de dinero que el hombre les pedía, el sujeto aceptó la condición y comenzaron a gestionar el dinero. Alegres, al pensar que el adolescente estaba con vida y que pronto podían estar con él.

Fueron a un banco a solicitar un préstamo, pero como estas entidades no desembolsan de la noche a la mañana, sino que siguen una serie de trámites, la entrega del dinero demoró unos días. Esto despertó la ira del sujeto, ofendió y amenazó a la familia del joven.

Por fin el banco entregó el dinero y la familia corrió a depositarlo a otra cuenta que el sujeto les había dado. Luego comenzaron a esperar el momento de reunirse. Las horas pasaban y el joven nunca llegaba a San Martín en un bus procedente San Miguel, como lo había prometido el hombre.

La familia asegura que comenzó a llamar al celular del sujeto para pedir una explicación, pero nunca respondió.

Luego de varias decenas de llamadas telefónicas, el hechor respondió, pero les dijo que había tenido “un problema” y que necesitaba más dinero para entregarles al joven.

La familia entendió que todo era una farsa y que estaban frente a un engaño, por lo que decidieron no dar ni un centavo más al chantajista.

Esa decisión les ha traído como consecuencia que el sujeto no descanse en llamarles y en seguir amenazándolos.

Aseguraron que interpusieron la denuncia del chantaje ante la Policía, pero lamentaron que a la fecha las autoridades no tengan resultados.

Consideran que la Policía Nacional Civil no investiga a profundidad estos casos para dar con los responsables.

En cuanto a la situación del joven Rafael Antonio, ya son 27 días de no saber nada de su paradero.

La familia se aferra a que el muchacho está con vida, solo que lo tienen en algún lugar privado de libertad.

“Yo confío en Dios que esté con vida. En mis sueños lo he visto vivo, solo que está maltratado y sangrando de su cuerpo”, afirmó una pariente.

Este es el calvario de toda una familia que busca por todos los medios al joven Rafael Antonio desde el día que se lo llevaron.

El menor estudiaba primer año de bachillerato en una institución privada de Ilopango y fue visto por última vez el sábado 6 de junio en la parada de buses situada entre el desvío de San Martín y San José Guayabal.

Unos vecinos relataron a sus padres que lo vieron en la parada que está en el desvío a San José Guayabal, cerca del mediodía.

También dijeron que observaron que un grupo de sujetos, con apariencia de pandilleros, se le acercó a Rafael Antonio y no descartan que de ahí se lo llevaron.

El joven regresaba de recibir clases sabatinas cuando lo raptaron, sin que la familia tenga la mínima idea del porqué.

Según allegados, Rafael Antonio era un muchacho de buenos principios morales, de tal manera que ni siquiera a realizar sus tareas al cibercafé iba solo.

Su padre lo acompañaba siempre que tenía que ir a un cibercafé a hacer sus tareas.

El día que desapareció, su papá no lo acompañó porque tenía que ir a trabajar.

Para saber sobre su hijo, con frecuencia llaman a la Policía, visitan hospitales, morgues de Medicina Legal, pero hasta el momento están como el primer día, sin mayor información.

Sin embargo, los familiares aseguran que no pierden la fe que el muchacho será encontrado con vida.