Las pandillas enfilan su criminalidad de acuerdo con la coyuntura del momento; para el criminólogo y columnista de El Diario de Hoy, Carlos Ponce, estos grupos han optado por bajar los casos de desaparecidos para incrementar los asesinatos y de esa manera presionar al gobierno a sentarse a negociar con ellos.
Esa es una de las principales explicaciones que Ponce da respecto a que en 148 municipios no hay denuncias de pérdidas de personas por violencia.
“Yo veo los desaparecidos como homicidios más sofisticados donde el cuerpo de la víctima es escondido”, subrayó Ponce.
Esta especialización se fortaleció durante la negociación que se dio entre el Estado y las pandillas, afirmó.
De esa manera disminuyeron “artificialmente” la cantidad de hechos delincuenciales escondiendo los cadáveres de sus víctimas, usando una forma más sofisticada de cometer homicidio”, explicó.
En los últimos meses esa interacción entre el gobierno y las pandillas ha sufrido un cierto desbalance, lo que los ha llevado a recalibrar su posición y como consecuencia abandonar de forma consciente “este modo sofisticado de cometer los homicidios (desaparecidos).
Y en vez de desaparecer personas han recurrido a la forma tradicional de cometer más hechos de violencia, “donde las víctimas quedan expuestas en las calles y sitios de fácil ubicación”.
Con su forma de operar “quieren ser más visibles en sus acciones para presionar al Gobierno y recalibrar su interacción”, para obtener los beneficios que habían alcanzado en la administración de Mauricio Funes.
No queda duda, dice Ponce que “las pandillas una vez más están demostrando el nivel de control, cohesión e influencias que tienen los cabecillas sobre su estructura criminal”.