El sector empresarial de los países que integran las Comunidades Democráticas, entre ellos El Salvador, demandaron de sus gobiernos mayor apertura al diálogo pero que no esté basado en los intereses políticos.
Las recomendaciones que hizo este estratégico sector social salieron de la VIII Conferencia Ministerial Comunidades de las Democracias, que se desarrolló en nuestro país desde el pasado miércoles y finalizó ayer.
En el documento que salió de la mesa en la que se reunieron representantes del sector empresarial de 27 países, se recomendó que la apertura al diálogo no debe de ser “de apariencia, (porque) no tiene sentido hablar si no se obtienen resultados”, dijo María Elena de Alfaro, en nombre de todo el grupo.
Para este sector, importante motor económico de cada país, el diálogo debe de estar en los distintos foros de discusión para atender las diferentes necesidades, no solo de El Salvador y Centro América, sino del mundo, insistió.
“Si los intereses políticos superan a las necesidades del país, no podrá lograrse un espacio real de diálogo abierto”, expresó de Alfaro.
En el escrito, los empresarios propusieron implementar las acciones y los acuerdos, los cuales deben tener claridad de una política de Estado, no a corto, sino a largo plazo.
Este sector también propuso que los gobiernos deben dar señales de confianza rindiendo cuentas “tanto de lo realizado como de lo invertido”.
La propuesta surgió porque los integrantes del foro empresarial creen que la ética no es exclusiva de la empresa privada, sino también de los Estados.
A parte de recomendar a los gobiernos la apertura al diálogo, les recomendaron someterse a las leyes de anticorrupción y comprometerse a cumplir con la ley.
No a las restricciones
El foro en el que participó la sociedad civil también hizo diversas recomendaciones a los gobiernos de los países miembro de las Comunidades Democráticas, no sin antes expresarles su preocupación por el incremento a las restricciones que muchos países han impuesto.
En ese sentido, les hicieron el llamado a velar por la protección y el funcionamiento independiente y sin interferencias de las organizaciones y movimientos de la sociedad civil, para que se comprometan en la defensa y la promoción de los derechos de las libertades.
En el documento leído por Gustavo Amato se les pide propiciar y profundizar el diálogo con la sociedad civil, para trabajar en conjunto ante los crecientes desafíos en la búsqueda de soluciones políticas, jurídicas e institucionales, que permitan ir eliminando las barreras que se le han impuesto a la sociedad civil.
Amato dijo que piden “garantizar, bajo principios de universalidad y proporcionalidad, que las organizaciones de la sociedad civil tengan los recursos necesarios para su labor en la promoción y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática”.
Los sectores de la sociedad civil propusieron que se establezcan los mecanismos de coordinación y cooperación para el desarrollo de las buenas prácticas en materia de políticas públicas, orientadas a revertir la desigualdad y el combate a la pobreza.
En el pliego de ocho recomendaciones, le piden a la Comunidad de las Democracias establecer un plan de trabajo conjunto con los representantes de la sociedad civil.