???Chabela??? denunció a policías por extorsión, pero no vivió para ver que los condenaron

Un tribunal impuso ocho años de cárcel a tres policías por extorsionar a un comerciante mayorista de tomates del mercado La Tiendona

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Los tres policías que extorsionaban a “Chabela”, previo a la audiencia inicial, luego de la cual recuperaron su libertad. 

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2015-07-26 5:19:00

Chabela era el nombre clave que las autoridades asignaron  en un proceso judicial a un comerciante mayorista del mercado La Tiendona que se atrevió a denunciar a tres investigadores policiales de la delegación Centro de San Salvador que lo estaban extorsionando.

El martes 14 de julio, el Tribunal 2o. de Sentencia de San Salvador declaró culpables a los tres agentes policiales  identificados como Francisco Antonio Guerrero Acosta, William Noé Rivas Salguero y Jaime Alcides Martínez Rojas. Todos fueron condenados a ocho años de cárcel por el delito de extorsión.

Chabela, sin embargo, no vivió para ver que los tres policías fueron castigados por la justicia, pues la víctima, quien en realidad era un joven, desapareció  en Ciudad Delgado cuando salió de su casa a hacer labores propias de su negocio.

El 5 de diciembre de 2014, familiares de Chabela pusieron la denuncia formal sobre la desaparición del comerciante.

El desaparecido era un joven comerciante mayorista de tomates. Su jornada diaria de trabajo comenzaba a las 2:30 de la madrugada, hora en que llegaba a La Tiendona a comprar entre 300 y 500 dólares de tomates a los camioneros que a esa hora llegaban al mercado con la mercadería.

Vender esa cantidad de tomates en el mismo mercado le tomaba unas cuantas horas. Entre 8:30 y 10:00 de la mañana pagaba a sus ayudantes y él se retiraba ya con su ganancia.

Pero la rutina del joven comerciante fue alterada un día a finales de septiembre de 2014, cuando unos policías lo detuvieron por el lugar conocido como Redondel La Isla.

Chabela iba en su auto y llevaba 540 dólares, producto de la venta del día. 

La forma de vestir llamó la atención a los policías, quienes le hicieron un registro y en medio de un cuaderno encontraron los 540 dólares. De inmediato lo acusaron de ser  pandillero y extorsionista de comerciantes de La Tiendona.

De tanto explicarles y ofrecerles pruebas de su actividad comercial, los policías, que eran tres,  lo dejaron ir pero le robaron 300 dólares. Chabela no dijo nada por temor.

Pero el 27 de octubre los mismos policías llegaron a pedirle 300 dólares, bajo el chantaje de que si no se los daba, le dirían al pandillero que controla la zona de La Tiendona, que él les ponía el dedo, esto es, que era informante de la PNC.

El negociante se negaba a entregarles el dinero; les decía que no tenía porque el negocio estaba malo. Hasta que el 6 de noviembre consintió entregarles los 300 dólares.

Para entonces, la víctima ya había denunciado el caso en Asuntos Internos de la Policía Nacional Civil (PNC), que montó un dispositivo de captura, pero los policías no llegaron a recoger el dinero.

El 10 de noviembre, los policías llegaron nuevamente al puesto de venta de Chabela, le pidieron el número de teléfono y al poco rato se comunicaron con él para decirle que querían el dinero para el siguiente día, entre las 10:30 y 11:00 de la mañana, en el parqueo oriente de un restaurante de pollo frito cercano a la Terminal de Oriente.

Los investigadores marcaron los billetes e hicieron un paquete simulando que contenía el dinero. Chabela hizo la entrega y Asuntos Internos capturó en el mismo momento a sus tres colegas. 

Pero el Juzgado 8o. de Paz ordenó, durante la audiencia inicial, que el proceso judicial contra los policías continuara; sin embargo, les sustituyó la prisión provisional por algunas medidas, es decir, los agentes quedaron en libertad. 

El delito de extorsión no permite que un imputado sea procesado en libertad, pero la Fiscalía no se opuso a la decisión judicial.

El 25 de noviembre, los policías Guerrero Acosta, Rivas Salguero y Martínez Rojas fueron recapturados junto a seis policías más por otro caso de extorsión. Toda la sección antiextorsiones de la Delegación Centro fue capturada.

Esta vez, el caso fue asignado a fiscales de la Unidad contra Crimen Organizado. El caso de extorsión a Chabela también fue retomado por esa unidad y, aún sin la declaración de la víctima, fueron condenados los tres investigadores que también eran parte de la Unidad Antiextorsiones de la referida delegación policial.

Según investigadores ligados al caso, el comerciante desapareció en los días en que los tres policías, ahora convictos, andaban en libertad luego de la audiencia inicial.

Sin embargo afirman que no hay investigación sobre la desaparición de Chabela y que, por tanto, no pueden afirmar si fueron los policías los responsables de la desaparición o si éstos cumplieron la amenaza de decirle a los pandilleros de que Chabela les “ponía el dedo con la policía”.