Junio, con 364 asesinatos, podría ser el más violento

Promedio de asesinatos de junio se dispara a 26 por día, una tendencia que sigue en aumento Solo el pasado fin de semana se registraron 66 homicidios en el país, según las autoridades

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Un taxista fue asesinado en la calle Celis y 24a. Avenida Norte, al costado Poniente de mercado La Tiendona. Foto EDH/M. Villalta

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2015-06-15 7:00:00

Más de 364 asesinatos han registrado las autoridades hasta el 14 de junio a escala nacional, 214 casos más que el año anterior, en el mismo periodo.

El pasado fin de semana, las autoridades reportaron 66 homicidios: viernes 20, sábado 25 y domingo 21.

Las cifras indican un promedio de 26 hechos por día, lo que se traduce en un incremento del 136 por ciento comparado con el mismo lapso de 2014.

En general, las estadísticas de las autoridades revelan que hasta el domingo se registraban 2 mil 551 asesinatos, contra mil 618 el año anterior.

Los fríos números de homicidios hablan por sí mismo, el 11 de mayo ocurrieron 41 homicidios, 30 más que el mismo día pero del año anterior, en que hubo 11 hechos.

Ese fue el día más violento de mayo, aunque el 1 del mismo mes hubo 39 asesinatos, 30 más que el año anterior.

Mayo con 642 personas ultimadas ha sido considerado como el mes más violento del año y la tendencia es que junio rebasará esa cifra.

La mayoría de los hechos ha ocurrido en la zona Metropolitana de San Salvador, 115 homicidios más que 2014.

La cifra representa el 43 por ciento de la totalidad de homicidios en esta franja del país, siendo los municipios de más casos: San Salvador centro, Soyapango, Mejicanos, Cuscatancingo, Apopa, Ciudad Delgado, Panchimalco, Ilopango y San Martín, entre otros.

Le sigue oriente y la zona central del país con cifras inferiores.

La geografía de los homicidios ha variado en lo que va de 2015 con respecto al año pasado, pues los asesinatos ocurren donde antes eran mínimos o nulos.

El oriente del país se ha vuelto más violento tal es el caso de Usulután, donde Medicina Legal entró en emergencia por el exceso de cadáveres en mayo como fruto de la escalada criminal.

La morgue de Usulután, luego de algunos fines de semana, amaneció con nueve y 13 homicidios, lo que puso en aprietos al personal.

A la fecha casi se acerca al centenar de homicidios en Usulután.

Ereguayquín, Tecapán, Puerto El Triunfo, Ojo de Agua, San Dionisio y la periferia de la cabecera departamental son algunos de los escenarios violentos donde han perdido la vida cobradores del transporte público, mecánicos y agricultores, así como pandilleros.

Morazán es otro departamento donde casi no se registraban homicidios, la incidencias de asesinatos está variando la rutina de los policías.

En algunos casos, las autoridades suspendieron los días libres a policías por el aumento de los homicidios. Sólo el miércoles 10 de junio, hubo 10 asesinatos en diferentes lugares de Morazán: Gotera, Osicala, Torola, Guatajiagua y Cacaopera.

A la lista de muertes violenta se suman los más de 25 agentes policiales, más de cinco custodios de Centros Penales, ocho militares, más de 20 entre empleados del transporte colectivo y usuarios, dos subtenientes y un fiscal que ha sido asesinados en esta escalada.

Uno de los hechos que hizo reaccionar a las autoridades fue el asesinato del jefe de la unidad Antihomicidios de la Fiscalía en Usulután, Andrés Ernesto Oliva, el pasado 6 de marzo.

Muy conmovido y dolido el fiscal general, Luis Martínez por lo acontecido, advirtió a los pandilleros que “ahora sí sabrán qué es meterse con los fiscales”.

No fue en vano la advertencia, pues el hecho se esclareció en poco tiempo, uno de los sujetos fue arrestado el 19 de mayo en Laredo, Texas, cuando huía a los Estados Unidos.

Dos más fueron procesados en los tribunales por este hecho: Diego Adalberto González, (a) “El Taniz” y otro únicamente conocido como “Ganster”, ambos pandilleros de la mara 18.

El hecho conmocionó a todo Usulután, pues la víctima era un hombre entregado a las buenas causas, instruía a un grupo de niños por el camino del bien. Había formado un coro infantil en la parroquia de Usulután, quienes habían sido preparados para participar en la misa dominical, un día después del asesinato.

Sacerdotes de Usulután también alzaron su voz ante el ataque que había terminado con la vida de un ciudadano ejemplar.

Un hecho reciente ha sido el asesinato de los subtenientes Mauricio Arturo Domínguez Meléndez y Aland José Ayala Alvarado, quienes tenían algo en común: su ingreso a la Escuela Militar Capitán General Gerardo Barrios y su graduación los mismos días.

A tres años de servicio y en la flor de su juventud, murieron a manos de los pandilleros, en hechos separados.

Domínguez Meléndez fue asesinado el 21 de mayo en cumplimiento de su deber, cuando comandaba una patrulla, en una lotificación de Aguilares.

El otro subteniente, Ayala Alvarado murió el 13 de junio, luego de cuatro días de permanecer en la unidad de Cuidados Intensivos del hospital Militar, en San Salvador.

El oficial murió heroicamente al no poner en riesgo la vida de varios niños en la colonia San Juan Bosco I, en las afueras de Usulután.

Según la tropa que lo acompañaba, Ayala Alvarado encabezaba una patrulla cuando se armó la balacera entre los pandilleros y el Ejército.

Relatan que el militar ya tenía ubicado a uno de los pandilleros que disparaba, pero por estar rodeado de varios niños no le respondió de igual forma, y fue de lo que se aprovechó el marero para atacarlo.

En este año, las pandillas han asesinado a ocho militares, algunos en cumplimiento de su deber y otros mientras se encontraban de descanso en sus hogares.

En esas mismas circunstancias han sido ultimado los agentes policiales.

El agente Fernando Antonio Ruperto Martínez, de 26 años, fue asesinado el 6 de junio en cantón Primavera, en Santa Ana.

Ruperto Martínez, quien gozaba su primer de tres días de descanso fue asesinado en su vivienda. Con su muerte dejó a un niño de cinco años en la orfandad.

El joven policía tenía cuatro años de servicio y de haberse graduado de la academia. Prestaba sus servicios en el puesto policial de Sierra Morena en Soyapango.

Sus compañeros lamentaron su muerte, ya que lo consideraban una persona responsable y comprometido con la seguridad pública.

Ayer, un policía vestido de civil repelió un asalto al disparar contra un supuesto delincuente, quien poco después murió. El sujeto, al parecer, despojaba de sus pertenencias a los usuarios de un bus de la Ruta 205, que hacía viaje de Sonsonate a San Salvador.

El hecho ocurrió en el kilómetro 17 cerca del balneario Los Chorros, en la acción otro sujeto resultó herido y dos más escaparon, dijo la Policía.

En la hacienda El Amatillo de Quezaltepeque, en La Libertad, fue ultimada la esposa de un agente policial, Rosa Margarita Hernández, de 22 años.

La señora viajaba en un vehículo junto a su esposo cuando fueron atacados con un fusil AK-47. Hernández solo resultó lesionada y fue llevada a un hospital del Seguro Social, pero por lo grave de las lesiones y tras tres operaciones, ayer por la tarde, murió, indicaron las autoridades hospitalarias.

Según las autoridades de Medicina Legal, más del 80 por ciento de los asesinatos han sido cometidos con arma de fuego y en más del 90 por ciento las víctimas han sido hombres.

Las guerras de pandillas y las extorsiones figuran como los principales móviles de la ola de violencia, sostienen algunos analistas.

El director de Medicina Legal, José Miguel Fortín Magaña, ha manifestado que el alza descomunal de homicidios en este año podría deberse al traslado de los principales cabecillas de las pandillas al penal de máxima seguridad.

Una versión que ha sido replicada por varios analistas de la violencia en el país.

Los expertos han manifestado que la escalada criminal puede ser en respuesta por la lucha que el gobierno ha emprendido contra los delincuentes, con más patrullajes mancomunados con la Fuerza Armada.

El ministro de Justicia y Seguridad, Benito Lara, no ha querido confirmar las causas del recrudecimiento de la violencia sin embargo, ha coincido al manifestar que “cualquier medida que nosotros tomemos (con los cabecillas de pandillas) va a tener una reacción. Estamos listos para actuar y hacerle frente”.