En una operación conjunta de las unidades élites de la Fiscalía y Policía arrestaron a 90 personas, entre pandilleros, traficantes de armas y sicarios, que además de dedicarse a la compra y venta de armas de fuego también extorsionaban a los comerciantes y pequeños empresarios y cometían homicidios en la zona céntrica de San Salvador.
También, durante las investigaciones que se prolongaron por seis meses, se capturó a otros 18 pandilleros cuando hacían transacciones de armamento a la pandilla MS que delinquían en el centro capitalino.
Los traficantes eran los encargados de abastecer de armas de fuego, ya sean largas o cortas, a los de la MS para que continuaran con sus fechorías en la zona comercial de San Salvador y a otros grupos pandilleriles en el interior del país.
“Desarticulamos una estructura de extorsiones que somete a la micro y pequeña empresa, a los vendedores de los mercados en el centro de San Salvador”, dijo el fiscal general Luis Martínez.
Agregó que también dentro de esta organización criminal se pudo “desarmar una estructura de suministros de armas a la pandilla MS y esto es un esfuerzo de trabajo de seis meses, el cual se desarrolló con una estrategia que comprueba que somos capaces para combatir el crimen”.
Esta agrupación criminal, supuestamente, era dirigida por Rubén Antonio Rosa Lovo y Medardo Arana Castro, supuestos cabecillas de la MS a nivel nacional, según la Fiscalía.
Tanto Arana como Rosa Lovo se encuentran recluidos en los penales de Ciudad Barrios y Zacatecoluca.
Entre los traficantes que se supone les suministraban las armas cortas y largas a los pandilleros del centro capitalino se encuentran dos hermanos nicaragüenses que eran los que se encargaban de traer las armas de Guatemala, Honduras y Nicaragua.
La red de traficantes, suponen, era dirigida por los hermanos nicaragüenses Aarón Noel y Darwin José Ponce Alvarado, según la Fiscalía.
“Son momentos específicos de transacciones de armas, donde se dejó evidencia de la forma de cómo se transportaban las armas, incluso envueltas en papel de regalo, para hacer transacciones en la calle sin ser detectados, y también utilizaban a sus señoras para que transportaran las armas”, dijo Allan Hernández, jefe fiscal antiextorsiones.
También se arrestaron a tres empleados de una venta de armas de fuego que eran los que se encargaban de abastecer de munición a la pandilla MS que operaban en el centro de San Salvador.
Las pesquisas revelaron que la caja de munición para pistola .40 mm la vendían a 40 dólares, para calibre .45 mm la comercializaban a 45 dólares y la caja con munición calibre .380 en 20 dólares.
En el transcurso de las investigaciones, las autoridades se incautaron de no menos 20 armas de fuego, cortas y largas; además de miras telescópicas, dinero y una gran cantidad de munición para pistolas y fusiles de diferente calibre.
Resuelven seis asesinatos en el centro
Entre los capturados se encuentran 21 pandilleros y otros 14 que guardan prisión por otros delitos en distintos penales que serán acusados de seis asesinatos registrados en el transcurso de este año en los alrededores de los mercados Central y Sagrado Corazón, explicó Óscar Torres, jefe de la unidad Antipandillas y Antihomicidios de la Fiscalía.
Dos de los asesinados eran vigilantes particulares que custodiaban pequeños negocios en los contornos del mercado Central y los mataron por no dejarlos extorsionar a los comerciantes. El resto de víctimas eran pandilleros contrarios, según investigaciones.
Uno de los logros que destacó el fiscal Martínez con respecto a las capturas de pandilleros y traficantes es que se pudo capturar a la mayoría de pandilleros que amedrentaba a los comerciantes que tienen sus pequeños negocios en los alrededores y dentro de los mercados Central y Sagrado Corazón para que les pagaran las extorsiones y con el dinero de las mismas poder comprar las armas.
“En este caso el esfuerzo de los fiscales y la fuerza policial dio un resultado exitoso del cien por ciento de las capturas y vamos a seguir con ese riguroso trabajo de análisis, de inteligencia y de coordinación entre policías y fiscales”, dijo.
La estructura de la MS que operaba en el centro de San Salvador pagaba 300 dólares por cada arma corta, 3,000 dólares por los fusiles y de uno a dos dólares por cada munición, dependiendo del calibre del arma, según las investigaciones.
Las pesquisas que se iniciaron en diciembre pasado aún no terminan porque las indagaciones abarcan a otras personas o supuestos vendedores de la zona que colaboraban con esta estructura criminal en el almacenamiento de las armas, luego de cometer algún asesinato; y también de quienes cobraban las extorsiones.