Aponte: “No podemos quedarnos en silencio”

Embajadora de EE. UU. pidió además alzar la voz ante la ola de asesinatos que no exonera a policías y militares

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Embajadora de EE. UU., Mari Carmen Aponte, acompaña las exequias del soldado José Jaime Henríquez. Foto EDH / Ministerio Defensa

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2015-06-24 7:00:00

Muy conmovida por los niveles de violencia que agobian a los salvadoreños y de lo cual no escapan soldados y policías, la embajadora de Estados Unidos, Mari Carmen Aponte, manifestó con vehemencia que “no podemos quedarnos en silencio ante esto (asesinatos)” y llamó a alzar la voz contra esta escalada que cada vez está enlutando a más familias salvadoreñas.

La diplomática asistió ayer al cementerio general de San Bartolomé Perulapía, Cuscatlán, durante los funerales de José Jaime Henríquez Ayala, de 23 años, uno de los dos soldados asesinados el domingo en la estación del Sitramss cerca a la Terminal de Oriente.

Aponte afirmó que “cada muerte afecta a todos, no importan quiénes sean o adónde vivan”. Dijo que “cada vida salvadoreña que se pierde en esta ola de violencia es una pérdida irrecuperable para el país”.

Se refirió a la labor difícil, pero que con valentía policías y militares todos los días salen a la calle a defender al pueblo.

“Estamos aquí en solidaridad a nombre del pueblo de los Estados Unidos para expresar nuestras condolencias a la familia de José Jaime, pero también a la familia del otro soldado que fue enterrado ayer (martes)”, afirmó Aponte.

El martes fueron enterrados en Tacuba, Ahuachapán, los restos del otro soldado asesinado, José Otoniel Perlera, de 26 años.

Con estos dos, ya son 13 los militares asesinados por pandilleros este año, entre ellos dos oficiales. En esta misma vorágine más de 27 policías han perdido la vida, en su mayoría cuando estaban de descanso en sus hogares.

“Ese trabajo es bien difícil (el que realizan policías y soldados) y no deja de inspirarme”, afirmó Aponte.

Familiares, amigos y compañeros militares esperan que este hecho no quede impune y se sume a los demás y que pronto se capturen a los verdaderos culpables.

Reunión de emergencia en El Castillo

Mientras las honras fúnebres del soldado Henríquez Ayala se desarrollaba en San Bartolomé Perulapía, Cuscatlán, el Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, se reunió de emergencia con el gabinete de Seguridad para discutir la evolución de la delincuencia.

En la reunión a puerta cerrada en el cuartel central de la Policía, el ministro de Defensa, David Munguía Payés, afirmó que Sánchez Cerén, a la cabeza del gabinete de seguridad, se comprometió a redoblar los esfuerzos de seguridad y redefinir algunas medidas para mejorar los esfuerzos en el combate a la criminalidad, no obstante, no detallaron qué harán ante el alza de asesinatos.

Desde mayo, las pandillas han elevado la cifra de homicidios, al punto que ese mes cerró con 461 asesinatos, el más violento de 2015. Pero la cifra va en aumento y junio ya registra 552 homicidios.

Desde que asumió la Presidencia de la República, Sánchez Cerén dijo que se pondría al frente del sistema de seguridad, sin embargo, ha estado ausente de la promesa que hizo y las autoridades han sido poco efectivas para controlar los asesinatos.