Fusades: Desorden en el transporte público fomenta el crimen en ese sector

El estudio aporta información sobre la delincuencia y el desorden en el transporte público y aporta medidas que pueden reducir la criminalidad

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Según el estudio de Fusades, es necesaria la creación de una unidad de investigación y planificación que evalúe la criminalidad que afecta al transporte público. Foto EDH / Archivo

Por nacional@eldiariodehoy.com

2015-06-25 7:00:00

La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y social (Fusades) presentó ayer el estudio denominado “Prevención del crimen en el transporte público en El Salvador”, con el cual pretende sugerir soluciones a los altos índices de criminalidad que sufren tanto usuarios como propietarios del transporte público.

El estudio ofrece soluciones preventivas que potencialmente podrían mejorar la seguridad y percepción de seguridad de los usuarios dentro del sistema de transporte.

Entre los principales hallazgos, el estudio realizado por Fusades destaca que la percepción que se tiene del transporte público es caótico y competitivo.

Ese caos está relacionado con el mecanismo de concesión de las rutas, la mala condición de las unidades del transporte, el desorden de las paradas de buses, la falta de cumplimiento de las leyes y reglamentos de tránsito por parte de los motoristas, el comportamiento inadecuado de estos así como de algunos usuarios y, por supuesto, la inadecuada vigilancia de parte de las autoridades.

En ese mismo sentido, el estudio de Fusades identificó una serie de delitos que se cometen tanto dentro de las unidades de transporte como en las paradas de buses.

Entre esos delitos destacan el acoso sexual hacia las mujeres, los robos y hurtos a los pasajeros, las extorsiones contra los dueños de las unidades para lo cual, en algunas ocasiones, se confabulan los delincuentes con los motoristas y cobradores de las unidades.

Ante lo anterior, el estudio de Fusades propone reestructurar el sistema de transporte público modificando la política de concesión de rutas, mejorar las leyes y reglamentos relacionados con las unidades, las paradas de buses, rutas y terminales para proyectar una imagen de formalidad y cohesión. También, mejorar la capacidad del Estado para hacer cumplir las leyes y mejorar la capacidad de monitoreo, investigación y evaluación del crimen y seguridad en el sistema de transporte.