Cumple 100 años nombre oficial de la “República de El Salvador”

Antes del 7 de junio de 1915 el país era conocido como "Salvador", "del Salvador" o "El Salvador"

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Portada del libro conmemorativo que cuenta la historia acerca de los diferentes nombres con que era conocida la República de El Salvador antes de 1915. Foto EDH / cortesía

Por Daniel Choto comunidades@eldiariodehoy.com

2015-06-06 9:00:00

El pasado viernes la Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura) conmemoró el centenario del Decreto Legislativa con el que se cambió el nombre de “República del Salvador” por el de “República de El Salvador”.

Durante el acto las autoridades de la Secretaría de Cultura de la Presidencia también presentaron el libro “El nombre oficial de la República de El Salvador”, editado por la Dirección de Publicaciones e Impresos de Secultura, en colaboración con los ministerios de Relaciones Exteriores, Gobernación y Educación.

“Hoy la nación entera rinde homenaje al Decreto Legislativo del 7 de junio de 1915, que señaló que la forma correcta de escribir el nombre de nuestra República es República de El Salvador”, dijo el secretario de Cultura de la Presidencia, Ramón Rivas, en la presentación del texto, a la cual asistieron funcionarios de diferentes instituciones gubernamentales.

El libro constituye un aporte inicial orientado a revelar la historia del nombre de El Salvador, ya que desde 1824 cuando San Salvador decretó su primera Constitución, se denominó al nuevo Estado como “Estado del Salvador”.

Desde 1824 hasta 1958 se convirtió en costumbre llamar a El Salvador de tres formas: Salvador, del Salvador o El Salvador, explicó Rivas.

En 1915 la situación sobre el nombre fue motivo de un decreto que declaró que el nombre oficial del país era “El Salvador”, sin embargo no fue efectivo y, en 1958, El gobierno de la época aclaró con un nuevo mandato, a sus ciudadanos y al mundo entero, de manera definitiva, cuál era su nombre propio y oficial con el que se debía identificar la República, afirmaron los autores del libro y también historiadores Óscar Meléndez y Carlos Pérez, de la dirección nacional de Investigaciones en Cultura y Arte, de Secultura.

Corrigen incorrecciones

Según los autores del libro, el objetivo del nuevo decreto en 1958 era evitar que se repitieran las incorrecciones o errores sobre el nombre del país. “Las medidas adoptadas por los representantes de El Salvador en el mundo han quedado ampliamente registradas en los archivos diplomáticos, y dan cuenta del trabajo crucial y efectivo que desarrollaron los diplomáticos”, aseguraron.

Por su parte el presidente, Salvador Sánchez Cerén, en el prólogo reflexionó que “esta es una historia que, a mi juicio, necesitaba contarse debido al empeño de los gobernantes salvadoreños de aquella época por resolver una cuestión que complicaba el funcionamiento del joven Estado y sus relaciones con la comunidad internacional. Era preciso, entonces, contar con una identidad incuestionable y bien definida de la entidad política”.

El nombre El Salvador se tomó de San Salvador, nominación que los españoles dieron a la primera villa fundada en estas tierras, aunque el lugar del asentamiento y la fecha no están registradas, por lo que la primera evidencia documental del antiguo asentamiento se encuentra en el Archivo de Guatemala, en un documento adonde se menciona que, en mayo de 1525, Diego de Holguín se ausentó para ocupar el cargo de alcalde ordinario de San Salvador.

Esta parte de nuestra historia puede leerse en el libro “El nombre oficial de la República de El Salvador”, editado por la Dirección de Publicaciones e Impresos de Secultura, en colaboración con los ministerios de Relaciones Exteriores, Gobernación y Educación.