Familias de zona costera aún esperan ayuda estatal para reconstruir sus viviendas

Están preocupados por anuncio de otro oleaje. En playa Bola del Monte se azolvó el estero. Reclaman apoyo del Gobierno

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Por Cristian Díaz comunidades@eldiariodehoy.com

2015-06-05 7:00:00

La Comisión Municipal de Protección Civil de Sonsonate declaró zona inhabitable el sitio donde 19 personas de Barra Salada, en ese municipio, perdieron sus casas tras el fuerte oleaje que se registró entre el 2 y 4 de mayo pasado en la costa salvadoreña.

Mientras que en el caserío Bola del Monte y la comunidad El Botoncillo, en el cantón Garita Palmera, en San Francisco Menéndez, las personas aún continúan esperando ayuda para la reconstrucción de la zona.

La situación es similar en el barrio La Playa, de Acajutla, donde tres viviendas resultaron destruidas y otras 10 con daños. Estas también eran ocupadas como negocios.

El tesorero de la Asociación de Desarrollo Cultural de Bola del Monte, Roberto Cartagena, señaló que en ambos lugares fueron arrastradas 36 casas de palma y nueve de bloque. Otras 30 de este último material sufrieron daños.

Temen una desgracia mayor luego que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) anunció que a partir de ayer habrá olas con una altura de entre 1.9 y 2.1 metros y velocidades de hasta 50 kilómetros por hora.

Aclaró que el oleaje será similar, pero no tan potente como el que causó los daños a inicio del mes pasado.

El delegado municipal en Sonsonate de Protección Civil, Carlos Salinas, indicó que junto a los afectados de Barra Salada optaron por declarar como zona no apta para habitar, el sitio donde residían, pues sus casas apenas se encontraban a 20 metros del mar, lo que facilitó que éstas fueran arrastradas.

Medidas

Esas familias han sido reubicadas a 100 metros de ese sitio, y la alcaldía, con una organización no gubernamental, les ha proporcionado láminas para la construcción de viviendas provisionales.

Además están realizando terracería en el sitio. La inversión entre las obras y el donativo asciende a $7 mil.

El jefe de Protección Civil en Sonsonate, Alexander Ramírez, dijo que aún están recopilando información para determinar la cantidad de pozos y letrinas dañados.

Aclaró que en un primer momento son las alcaldías las que deben de gestionar ayuda para los afectados y que en caso de no lograr resultados, se debe de hacer desde el nivel central de Protección Civil.

Además que una de las causas de estos daños es que las construcciones las han hecho en zonas no adecuadas.

Bola del Monte

En playa Bola del Monte lamentan la falta de ayuda para la reconstrucción del sitio, tras ser uno de los mayores afectados por el fenómeno.

Los vecinos reconocen que varias entidades les han proporcionado víveres, pero necesitan apoyo para la reconstrucción del sitio.

El dirigente comunal, Roberto Cartagena, afirmó que el lugar conocido como El Botoncillo, está desolado. Las personas se han albergado con otros familiares en tierras salvadoreñas o guatemaltecas, ya que el lugar está en los límites con dicho país.

En la playa hay 500 metros de estero que se encuentran obstruidos con sedimentos que fueron arrastrados por los fuertes oleajes. Donde antes había agua, ahora las personas pueden caminar, producto del azolvamiento.

La preocupación de Cartagena es que si no se destapa antes del invierno, la zona podría inundarse, ya que el agua no tiene por donde correr.

“Puyamos y puyamos y nadie nos echa la mano (para destapar el estero)”, lamentó el dirigente comunal.

A Adán Morales, el oleaje le cubrió su casa de bloque con más de metro y medio de arena.

Contaba con una tienda que era la que abastecía la zona con insumos de primera necesidad. Las pérdidas por los daños en su casa y en los artículos que comercializaba ascienden a $14 mil, aseguró.

Por 47 años residió en la zona de El Botoncillo; pero ahora ha tenido que conseguir un rancho en el lugar conocido como Garita Chapina, en Guatemala.

En este prevé pasar el invierno, por el peligro que aún hay en la zona, ya que los fuertes oleajes aún llegan hasta el sitio donde se encontraban las viviendas.

“No podemos regresar porque las casas están destruidas”, expresó el hombre de 59 años. Además, los pozos están cubiertos con agua salada.

El alcalde de San Francisco Menéndez, Narciso Ramírez, reconoció que han suministrado víveres y que ha hecho gestiones con diputados para buscar la aprobación de fondos de la Asamblea Legislativa para ayudar a los afectados.

Agregó que están esperando a que la marea llegue a su nivel normal para destapar el estero, ya que si lo hacen en estos momentos, se azolvará de nuevo por lo fuerte del oleaje.

“Quizás no hemos podido resolver todo el problema que ellos tienen; pero son por limitaciones económicas que nosotros tenemos como gobierno local. Estamos con toda la voluntad de apoyar en la medida de nuestro presupuesto”, reconoció el edil.

Residentes de Bola del Monte habían unido esfuerzos para impulsar el turismo en esta playa, que contaba con potencial por ser considerada como territorio poco explotado.

Pero dicho rubro también fue afectado.

Así lo confirmó Heriberto González, quien aseguró que perdió una inversión superior a los $80 mil, que había hecho en los últimos tres años.

Entre los daños en su restaurante está el colapso de un muro de retención y cuatro habitaciones.

“Estoy prácticamente en la calle; no hay una mano que lo apoye a uno”, dijo desconsolado el empresario, quien ha gastado más de mil dólares para hacer un muro de retención con bolsas de arena para que la marea no continúe dañando la propiedad.

La mayoría de las calles aún están cubiertas de arena por lo que vehículos de tracción sencilla no pueden circular, debido a que corren el riesgo de quedar atrapados. Con las lluvias, todo empeora.