Los grupos criminales continúan recrudeciendo la violencia en el país. Entre el viernes y el domingo pasado asesinaron a un promedio de 23 personas por día.
Las estadísticas de las autoridades registran 68 muertes violentas, mientras que los datos del Instituto de Medicina Legal detallan que, hasta ayer a las 8:00 de la mañana, reconocieron a 77 víctimas de homicidio.
La entidad forense señaló que San Salvador, Cuscatlán, San Vicente y La Paz fueron los departamentos donde se cometió mayor número de asesinatos.
El incremento de homicidios continúa poniendo en apuros a las autoridades, pues como se han incrementado las víctimas actualmente se tardan más tiempo en procesar las escenas de muertes violentas.
El alza de asesinatos también obligará a Medicina Legal a contratar más personal ante la emergencia.
El titular de la institución, José Miguel Fortín Magaña, aseguró ayer en una entrevista de televisión que se abrirán al menos 25 nuevas plazas para médicos forenses.
Agregó que el personal ampliará el horario para hacer los reconocimientos de cadáveres, normalmente, sostuvo, las actividades se suspenden a las 7:00 de la noche.
“El sábado había 15 cuerpos pendientes de reconocer ya que muchas veces es el mismo médico que tiene que cubrir varias escenas violentas aunque estas estén en puntos distantes”, expresó Fortín Magaña.
Repunte de homicidios múltiples
En menos de 12 horas, fueron registrados dos triples homicidios y dos dobles asesinatos.
La noche del domingo, fueron ultimados en el cantón San Francisco Arriba, de San Pedro Perulapán, Cuscatlán.
Las autoridades no especificaron las circunstancias en las que los tres hombres fueron ultimados, aunque sostuvieron que eran integrantes de la pandilla 18.
Horas después, un hombre de 45 años y sus hijos de 13 y 15 fueron acribillados dentro de su vivienda, en la comunidad María Auxiliadora, en Cuscatancingo.
La Policía dijo que los adolescentes también eran reconocidos de la mara 18 (ver nota siguiente página).
En Santa Rosa de Lima, La Unión, dos delincuentes asesinaron a dos hermanos que se ganaban la vida comercializando ganado.
Mientras que en la lotificación Santa Adela, de Candelaria de la Frontera, en Santa Ana, fueron hallados asesinados dos menores de edad. Las autoridades no revelaron más detalles sobre el ataque.
En el mismo municipio, desde el viernes pasado, están desaparecidos los hermanos Juan Carlos y José Enrique, ambos de apellidos Méndez Pérez.
El primero tiene 17 años y el otro 14. Según su padre, ambos adolescentes le estuvieron ayudando a sembrar una milpa, en la colonia Bethel.
Alrededor de la 1:00 de la tarde, los tres regresaban a casa, pero el padre caminaba unos metros más adelante que ellos. Desde entonces no volvió verlos.
Los familiares de los adolescentes los han buscado en la zona, pero el único rastro que encontraron es el zapato de Juan Carlos.
Hasta ayer a las 6:00 p.m., el agricultor esperaba que las autoridades le informaran si los cadáveres localizados en la lotificación Santa Adela tenían características que coincidieran con las de sus hijos.
El señor guardaba la esperanza de que los muertos no fueran los suyos, debido a la distancia que hay entre el lugar donde hallaron los cuerpos y la zona de residencia.