Los pacientes con hemofilia sufren otra vez por escasez

En el Rosales, el medicamento para detener las hemorragias internas se agotó desde hace una semana, los afectados son tratados con derivados de la sangre. En el Bloom los niños con hemofilia B siguen sin recibir fármaco

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José Escobar permanece en la sala de Observación del Rosales, lamenta la falta de factor. Foto EDH / Yamileth Cáceres

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2015-06-16 8:00:00

La falta de factor en el sistema de salud pública sigue siendo un problema para los pacientes con hemofilia tanto tipo B como A, pese a que en diciembre del año pasado la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) mandó al Ministerio de Salud (Minsal) proveer el tratamiento médico.

Rafael Menjívar, un joven barbero, es uno de los afectados; él permanece en la sala de Observación del hospital Rosales. Desde el sábado, en lugar de factor le suministran plasma fresco (un componente de la sangre), tres unidades cada ocho horas.

Menjívar llegó por un sangramiento interno en uno de sus hombros, en la Sala de Emergencias los médicos le dijeron que solo tenían plasma, si quería, lo ingresaban para aplicárselo.

Es la tercera vez en los dos últimos meses que escucha lo mismo, que no hay factor XI, comentó el paciente.

“Siempre hay deficiencia de factor; como pacientes hemofílicos necesitamos el factor, de lo contrario se nos puede producir un sangrado grande, una hemorragia por dentro y podemos fallecer”, explicó el joven.

Rafael viajó cerca de cuatro horas desde Chalatenango a la capital, antes estuvo casi una semana tratando de contener el dolor y el sangramiento interno en su casa porque ya sabia del desabastecimiento.

En la misma sala se encuentra José Escobar, de 27 años, con el mismo pesar, él tiene una hemorragia interna en la ingle derecha.

José lleva cuatro días esperando que le apliquen el factor VIII, pero no hay; esa es la información que le dieron el viernes por la mañana cuando fue atendido en el Rosales.

Él tiene hemofilia A. “Vine el viernes a las 9:00 de la mañana, me atendieron y dijeron que no había factor, que la única opción era el crioprecipitado y y el plasma (derivados de la sangre), sino para la casa. Tomé la decisión de quedarme por el dolor fuerte que ando en la cadera”, comentó José.

El paciente manifestó que uno de los riesgos al dejar que avance el dolor es que las articulaciones se dañan.

El desabastecimiento constante al que se enfrenta es calificado por José como una falta grave de parte de las autoridades.

“Se nos viola el derecho a la salud, necesitamos atención médica, tenemos ese derecho, el Ministerio de Salud debería preocuparse más por atender a todos los pacientes por igual”, expresó el afectado.

A Miguel Ángel Argueta, quien tiene hemofilia, hace siete días le suspendieron el tratamiento con factor porque se terminó, eso le informaron. Él tiene inflamada la pierna derecha, los frascos que le pusieron no lograron controlarle los sangramientos.

“Me pusieron factor, pero se terminó, esperando estoy, ya tengo como siete días esperando”, dijo el señor.

Miguel explicó que al suspenderles el tratamiento, a la larga sufren problemas en las articulaciones y dificultades para caminar.

“Aquí estoy, peor es cuando le dan el alta a uno, la vez pasada no había y recaí y tuve que volver”, añadió Miguel.

En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Rosales otro paciente se encuentra delicado, respira con ayuda de una máquina, lleva ahí más de dos semanas; hasta ayer por la mañana no le habían aplicado el medicamento.

A través de la Unidad de Relaciones Públicas del hospital, se informó que tenían complejo protombínico un sustituto del factor IX, el dato fue trasladado a los médicos para que se lo suministraran.

Con relación al factor VIII manifestaron que la semana pasada adjudicaron la compra de 446 unidades y ayer hicieron la orden de compra, la empresa tiene 20 días hábiles para entregarlo.

En el hospital Bloom, las madres de familia se siguen quejando por la carencia del factor B, quienes refieren llevar más de dos años sin que se les provea el fármaco a sus hijos.

Una de las afectadas declaró que desde que suspendieron el tratamiento a su hijo, es hospitalizado frecuentemente, en el último mes lo ha tenido que ingresar dos veces.

Los usuarios del Bloom lamentan que las autoridades no atiendan la enfermedad de sus hijos, porque sus vidas están en riesgo.

Aníbal Medina, presidente de la Asociación de Hemofilia, manifestó que es preocupante la situación por la que atraviesan las personas con la enfermedad.

“Se violenta una orden que la Sala (CSJ) dio de garantizarnos el acceso nuestros medicamentos”, manifestó Medina.

Se habla de hospitales abastecidos, pero la realidad es otra, opinó Medina.