Miles de peregrinos católicos reunidos y regocijados en la fe

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Fieles de la parroquia de Mejicanos atendieron con platos típicos a peregrinos. Foto EDH / L. M.

Por Cristian Díaz /Susana Joma servicios@elsalvador.com

2015-05-22 8:00:00

Cientos de católicos procedentes de Guatemala ingresaron al país por la frontera El Jobo, en el cantón Las Chinamas, Ahuachapán, para participar anoche en la vigilia y ahora en el acto de beatificación de monseñor Óscar Romero.

Hasta las 5:00 de la tarde del viernes, habían ingresado casi 800 personas por ese punto fronterizo.

“Vamos diecinueve personas al acto, que representa un reconocimiento de lo que significó monseñor Romero. Como voz del pueblo tiene mucho significado en el tema de liberación, dignidad de la persona y de los derechos humanos”, expresó el padre Sebastián Argueta, de la parroquia Nuestra Señora de la Preciosa Sangre, de Guatemala.

La Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) facilitó el paso de los católicos. Solo verificaban documentación personal; algo que dependiendo la cantidad de personas que viajaban, no demoraba más de cinco minutos.

Daniel Blanco, de la Orden Franciscana de Guatemala, relató que salieron a las 6:00 de la mañana de ese país para llegar con tiempo a San Salvador. Él junto a 37 miembros de la congregación, tenía previsto participar en la vigilia desde la 1:00 a 3:00 de la madrugada de este sábado.

Es un “evento histórico para la iglesia y todo el pueblo salvadoreño”, dijo Blanco. Agregó que desde que se dio el anuncio de la beatificación comenzaron a organizarse para asistir al acto.

“Es un gozo espiritual y de hermandad ya que es un sacerdote salvadoreño el que va a ser llevado a los altares”, manifestó Elizardo Jiménez, un guatemalteco que era acompañado por su hijo.

En San Salvador varias parroquias se prepararon para recibir a los feligreses y religiosos guatemaltecos. Una de ellas fue la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Mejicanos.

Ahí la comunidad recibió a 48 estudiantes y dos sacerdotes provenientes del Seminario mayor de Nuestra Señora de la Asunción, de Guatemala, con cariño y las respectivas pupusas y pastelitos.

El sacerdote, Orville Morales, director del mencionado seminario, agradeció el recibimiento al padre Edgardo Rodríguez, de la parroquia de Mejicanos, y como parte de un gesto de hermandad se unió a la labor de echar pupusas.

Para muchos de los seminaristas, que descansarán en la casa de otros fieles, fue la primera vez que saborearon las pupusas. Tanto los seminaristas como los sacerdotes participaron en la misa de las 5:30 de la tarde, en la cual se les dio el recibimiento oficial. Este día, muy temprano, tienen previsto sumarse a la ceremonia de beatificación.