Tobar: Quieren descabezar las voces disidentes y críticas del Rosales

Al momento, dos médicos del Rosales han sido notificados del proceso de destitución

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Médicos del hospital Rosales esperan una reunión con el Procurador de Derechos Humanos. Foto EDH / Marlon Hernández

Por Yamileth Cáceres servicios@eldiariodehoy.com

2015-05-18 8:00:00

Héctor Valencia, jefe del Servicio de Hematooncología del hospital nacional Rosales, es el segundo especialista en recibir una notificación del proceso de destitución en su contra promovido por el director del establecimiento, Mauricio Ventura.

Valencia, quien ocupa el cargo desde 1995 hasta la fecha, confirmó que el viernes pasado a las 11:30 de la mañana le llevaron el documento que se le sigue en el Juzgado Cuarto de lo Civil y Mercantil y pasado mañana debe presentar su defensa.

El especialista expresó que las autoridades hicieron una auditoría en la que establecen que la efectividad de su trabajo no llega ni al 50 por ciento; sin embargo el proceso tiene una serie de vacíos que los mismos auditores advirtieron.

La lectura de Valencia es que lo quieren destituir porque fue parte del grupo de médicos que se negó a la marcación biométrica, aunque se sometió a ese control desde el 30 de enero de este año; además por ser una de las personas que ha denunciado los problemas en el hospital.

Valencia ha hecho público los problemas de desabastecimiento de medicamentos oncológicos tanto en la administración de Violeta Menjívar, María Isabel Rodríguez y Guillermo Maza.

EL primero en recibir la notificación del proceso de destitución fue Alcides Gómez, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y secretario general del Sindicato de Médicos del Hospital Nacional Rosales.

“Esto es la culminación de la agresión que este señor nos ha hecho durante seis años porque hemos dicho que es incapaz, que las autoridades también son incapaces, que se han invertido dinero del presupuesto de salud en modelos que no han mejorado en nada el perfil epidemiológico de El Salvador”, comentó Gómez.

El cirujano plástico dijo que agotarán la parte legal del proceso, que esperan la respuesta de las instituciones a las que han acudido .

El jueves pasado, Ventura declaró que son siete jefes que quiere destituir, pero no proporcionó los nombres, pues debe ser el juez quien lo notifique.

El director agregó que buscan destituir a aquellos empleados que no colaboran ni respetan las reglas del hospital.

Que los procesados son trabajadores que se han dedicado a criticar su gestión y se han negado a colaborar.

“Desde el primer mes que llegué aquí empecé a recibir cartas del doctor Alcides Gómez, ellos empezaron a mandar cartas a la señora ministra que me destituyera, que yo estaba haciendo una mala gestión” , agregó Ventura.

Gómez manifestó que las autoridades, lo que quieren, son jefes que guarden silencio a las incapacidades.

Además, criticó que Ventura no diera los nombres de los colegas a los que ha pedido que se destituyan.

Juan Antonio Tobar, a quien le quitaron la jefatura de la Sala de Emergencia y lo enviaron a la Clínica de Úlceras y Heridas, opina que esas medias corresponden a una estrategia de descabezar a las voces disidentes y críticas del hospital.

“Todas las medidas que se adoptan no son por falta de idoneidad, por falta de capacidad o de irresponsabilidad, simplemente para descabezar las voces críticas, no hay tolerancia a las voces críticas”, agregó Tobar.

El 4 de mayo, el cirujano interpuso un recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en contra de la dirección del Rosales.

Tobar pidió medidas cautelares que implican cese la retención de su salario.

Rodolfo Canizález, miembro de la junta directiva del sindicato de médicos, indicó que no harán actividad que afecte la atención de los usuarios del hospital

“La mayoría de los médicos están en contra del doctor Ventura, no lo quieren como director”, agregó Canizález.

Los especialistas, además, denunciaron que desde agosto no reciben salario, pese a que continúan ejerciendo sus labores en el hospital y a que la mayoría ya marca.

Desde hace más de cinco años los médicos y el director mantienen una confrontación, esta se agudizó cuando se obligó a los especialistas a marcar su asistencia con el reloj biométrico, tras la entrada en vigencia de las Normas Técnicas de Control Interno Específicas del Hospital Nacional Rosales, en julio del año pasado.

Ayer, miembros del sindicato se reunieron con el procurador de Derechos Humanos, David Morales.

“La PDDH giró solicitud de informe al Ministerio de Salud para el primer caso y seguirá abriendo casos si se siguen dando estos procedimientos”, dijo el procurador, según se publicó en la cuenta de Twitter de la institución.