Fallece una de las primeras reporteras de EDH, Alba Lizama

La periodista trabajó durante varios años en la redacción de El Diario de Hoy

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Alba Lizama fue una de las primeras mujeres reporteras en EDH. Foto EDH / Cortesía

Por Ricardo Guevara comunidades@eldiariodehoy.com

2015-05-06 8:00:00

Víctima de una enfermedad terminal, falleció ayer la periodista Alba Lizama.

Excompañeros de su época recuerdan que Alba llegó en la primera mitad de los años 80 al país, procedente de la ciudad de México, en donde ejerció el periodismo durante varios años.

Alba se convirtió en una de las dos primeras mujeres reporteras en la redacción de El Diario de Hoy, lo cual, según periodistas de la “vieja escuela”, “esta no era cosa para mujeres”.

Pero Alba Lizama, pese a su frágil y pequeña contextura física, supo demostrar lo contrario, enfrentándose a situaciones peligrosas con su cámara al hombro y su libreta de apuntes.

Ella era una mujer sensible de firme carácter.

En una ocasión increpó a sus compañeros de redacción por el uso del lenguaje profano con el que estos saturaban sus conversaciones.

Eso fue suficiente para que sus colegas periodistas moderaran con gran esfuerzo su lenguaje cuando ella estaba presente.

A su salida de El Diario de Hoy por su propia voluntad; fundó y dirigió un periódico cristiano llamado “Nuestro Salvador”, al cual perteneció hasta su deceso.

Este fue uno de sus principales proyectos, el cual, tras vencer una serie de obstáculos, por incursionar en un género completamente nuevo, hizo realidad el 1 de abril de 1996.

En una entrevista realizada hace varios años la periodista destaco que: “Desde hace años ‘Nuestro Salvador’ es un medio que ayuda a fomentar la fe y la esperanza en las familias salvadoreñas, para hacer de los ciudadanos hijos ejemplares de Dios. Esa es nuestra misión, hasta que Cristo venga de nuevo”.

Lizama, también fue nombrada “Periodista del Año” por la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), tras cubrir para El Diario de Hoy los acuerdos de paz de Chapultepec entre el Gobierno salvadoreño y la guerrilla.

Sus compañeros lamentan su partida y extienden a su familia su más sentida condolencia.

Lizama deja un vacío irreparable entre las personas que la conocieron, gracias a su dedicación al trabajo y a los excelentes valores humanos y de amistad que cultivó durante su vida.