La gestión gubernamental en el sector de educación no termina de convencer a especialistas de esa área, al sector empresarial y a algunas gremiales docentes. Unos y otros advierten que tras un año, los programas anunciados por el Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, caminan lento y sin muchos recursos lo que pone en duda si lograrán concretarse a mediano plazo.
Para el investigador Óscar Picardo Joao, la situación en el campo educativo “es estática” en cuanto al avance de los programas con los que se ha comprometido, y también se mantiene la tendencia de una baja inversión.
Para él, sí ha habido un incremento en la asignación presupuestaria de este sector, sin embargo, considera que es un aumento que se da por la inercia y no porque haya un acuerdo en invertir más.
“No ha habido un incremento sustantivo (de inversión), que es lo que necesitamos. Por ahí hay una iniciativa de discutir una ley para (establecer) el seis por ciento del PIB, pero creo que no ha hecho mucho eco”, expuso.
Por su parte, el dirigente de la gremial docente Simeduco, Francisco Zelada, manifestó que en cifras absolutas el presupuesto de Educación para este año incrementó en 30 millones de dólares con relación al del año anterior, pero explicó que “eso es insignificante para la cantidad de compromisos que el gobierno ha asumido con Educación”.
Entre los programas gubernamentales insignia están la ampliación de la entrega de los paquetes escolares hasta bachillerato, pero según un balance de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) esa medida no se ha dado sobre la base de una “evidencia clara” de que el esfuerzo contribuya directamente al incremento de matrícula.
Fusades expone que “la deserción en (educación) básica se incrementó entre 2010 y 2012 con lo que evidencia que el programa no ha garantizado la permanencia” de los alumnos en las aulas.
Picardo Joao opinó que es positivo que por primera vez el país tiene un ministro de Educación, que recién llegado al cargo, le habló a los intelectuales del sector con la verdad acerca de la realidad educativa del país, y que tiene a su disposición políticas de evaluación, de infraestructura, de formación docente.
No obstante, advierte que “todo (los programas) va a un ritmo muy lento”, mientras el tiempo gubernamental vuela.
Y se da el caso de que el actual ministro del ramo, Carlos Mauricio Canjura, lanzó, impulsó y ha apoyado el programa de formación de docentes que se brinda los días sábado, pero los testimonios que Picardo Joao ha conocido le indican que la participación de profesores en el mismo ha sido limitada; aunque las autoridades educativas hayan insistido en lo contrario.
El último informe de la Fusades, sobre la actual administración gubernamental, reconoce al Ministerio de Educación los esfuerzos que hace para fortalecer la formación docentes como un área esencial para la calidad del sistema educativo.
Pero señala que los cinco millones de dólares que se han destinado para el programa de formación docente es una cantidad baja y “representa un 6.25 % del monto que anualmente se gasta en la dotación de paquetes escolares”.
Otro de los programas educativos en el que la Fusades ve poco avance es en el emblemático Una niña, una niño, una computadora.
Esa organización no gubernamental considera que para la cantidad (50 mil equipos) que el gobierno se ha propuesto dar la cifra que proveyó en abril pasado (6 mil 476 equipos para 346 centros educativos) es poca.
En este tema el balance de la Fundación también pone en duda que se logre cubrir a los niños de todas las escuelas con estos equipos informáticos, teniendo en cuenta que el propio titular de Educación reconoció meses atrás que considerando la cantidad de alumnos que hay en el sistema (1 millón 400 mil ) se va a afectar de manera un poco tímida, aunque para finales del quinquenio espera lograrlo en zonas donde los alumnos estén en más desventaja.
A ello suma que el gobierno tiene que resolver el terna de la conectividad a internet de los centros educativos.
Otros que tienen dudas sobre los alcances del programa Una niña, un niño una computadora es Francisco Zelada, del sindicato Simeduco. “Nosotros no consideramos exitoso el programa en el sentido de que lo que se ha hecho es muy poco, y lo que ha causado son problemas en algunos centros escolares”, dijo Zelada.
Con esto último el sindicalista hace alusión al hecho de que la cantidad que entregan a los centros está por debajo de la población estudiantil que tienen y se generan conflictos entre los estudiantes por el uso de los equipos.
Más allá de ello Óscar Picardo también advierte sobre dos situaciones que de alguna forma podrían estar incidiendo en que los programas avancen lento: uno de ellos es que no se observa que exista un equipo ministerial que vaya en el mismo rumbo. El otro punto sería la falta de apoyo político para poder hacer realidad los proyectos de Ciencia y Tecnología que dependen de la firma de los préstamos pendientes en el seno del Órgano Legislativo.
“Creo que es un ministro que tiene buenas ideas, pero no percibo que exista un equipo en el ministerio. Los otros dos viceministros y demás directores como que andan con sus agendas también… Tal vez hay que fortalecer la concepción de equipo”, declaró Picardo Joao, quien también es miembro del recién creado Consejo Nacional de Educación (Coned).
Picardo señala que los titulares del Mined se muestran abiertos a escuchar opiniones. “Particularmente estoy optimista que están escuchando, pero hago esa crítica de la lentitud (con la cual se trabaja). Deberíamos tener un diálogo más ágil y una ejecución más ágil”, expuso.
Quienes no están muy contentos con el desempeño del Gobierno en cuanto a la apertura son los gremios de educadores.
Francisco Zelada, del Simeduco, manifestó que el gobierno, a través del Ministerio de Educación, realmente no cumplió en 2014 con realizar una revisión salarial conjunta con todos los sindicatos de maestros y llegar a un acuerdo con todos en una mesa.
Zelada también destaca que durante el primer año de gestión del gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén ha continuado el problema de retraso en la asignación de los presupuestos para los centros educativos del sector público. Y asegura que ha desmejorado el programa de Vaso de leche y alimentación escolar. También señala la falta de inversión de fondos propios en infraestructura escolar.
“Lo que han prometido es invertir en infraestructura pero de los centros educativos que están en la zona costera, con el Fomilenio II, que son alrededor de 280 millones de dólares, pero para nosotros es una forma de maquillar la infraestructura de los centros escolares nada más para dar una imagen diferente a los turistas”, opinó Zelada.
Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de la gremial docente Bases Magisteriales, evalúa que la escuela pública sigue con los mismos problemas que tenía en la administración anterior.
Gutiérrez incluso advirtió que el presupuesto asignado para este año tuvo un déficit de 140 millones de dólares, algo que el titular de Educación reconoció en su momento.
“Yo creo que si Alba Petróleos no regala esas computadoras, no tuvieran absolutamente nada que mostrar en Educación. A mí no me gusta asignar número, pero si a mí me preguntan, mi respuesta sería que están reprobados y necesitan mejorar muchísimo”, aseveró el representante de Bases Magisteriales.
Sin embargo, el ministro Carlos Canjura hizo el jueves por la tarde su propia lectura: “Yo creo que estamos estableciendo bases para montar un sistema educativo de calidad”.
Expuso que están trabajando en varias líneas: por ejemplo, han puesto énfasis en el tema de educación inicial para desarrollar la capacidad de atender por lo menos en los próximos años un 10 por ciento de población de cero a cuatro años. Y trabajan en fortalecer la planta docente en diferentes especialidades y se ha invertido en infraestructura, dijo el funcionario.