Asesinan a custodio de unidad de traslado de reos en Apopa

Víctima trabajó 17 años en la Corte Suprema de Justicia. Colegas temen nuevos ataques El homicidio fue cometido, la noche del miércoles, a unos seis metros de su vivienda

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El cadáver de un hombre que tenía tatuajes alusivos a una pandilla fue abandonado ayer frente a una residencial de Quezaltepeque. Foto EDH / Marlon Hernández

Por Diana Escalante Insy Mendoza Lucinda Quintanilla sucesos@eldiariodehoy.com

2015-05-21 11:00:00

Un custodio destacado en el Centro Judicial Isidro Menéndez, de San Salvador, fue asesinado, la noche del miércoles, en la lotificación Las Brisas, del cantón Joya Grande, en Apopa.

Ovidio Antonio Alvarado Chavarría, de 43 años, fue ultimado a seis metros de su vivienda, mientras estaba en su día de descanso. La Fiscalía informó que a la víctima la mataron a balazos en un predio baldío. Fuentes policiales no descartaron que el ataque lo hayan cometido pandilleros de una estructura delictiva que delinque en la zona.

Alvarado era parte de la Unidad de Traslados de Reos de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), institución para la que trabajó durante 17 años.

Este homicidio ha encendido de nuevo las alarmas entre custodios del Órgano Judicial y policías de la unidad de Protección a Personas Importantes (PPI) con quienes trabajan en conjunto.

Algunos agentes del PPI han denunciado que las autoridades los están dejando a merced de los grupos criminales, al no dotarlos de insumos adecuados para hacer su trabajo o al impedirles tomar medidas de autoprotección.

Según ellos, tras el ataque que el 7 de abril cometieron unos mareros contra policías y custodios en un portón del Centro Judicial capitalino se debían incrementar las medidas de protección, pero aseguran que las autoridades no lo han hecho.

Ese día murió acribillado el agente Juan Carlos Siliézar y uno de sus compañeros resultó lesionado.

Los denunciantes temen que la tragedia se repita, pues, según ellos, las jefaturas no han gestionado la obtención de chalecos antibalas ni armas de fuego adecuadas.

También sostienen que los mandos superiores les impiden usar gorros pasamontaña para evitar que los delincuentes los reconozcan y les ponen trabas para portar sus armas de equipo cuando salen de licencia, pese a que hay un aval de la dirección de la Policía para que puedan llevárselas.

Las fuentes aseguran que un 40 por ciento de agentes del PPI ha recibido amenazas de muerte por parte de pandilleros y otro tanto ha tenido que mudarse de vivienda varias veces porque residía en lugares conflictivos.

Matan a señor que hace un mes perdió a su hijo

Jorge Alfredo López Ortiz, de 50 años, todavía estaba de luto por el asesinato de uno de sus hijos, cuando un grupo de pistoleros acabó con su vida.

El señor fue ultimado en la carretera a Playas Negras, en Conchagua, La Unión.

Aunque las autoridades no manifestaron cuál pudo ser el móvil del homicidio, relataron que hace un mes un hijo de López también fue ultimado dentro de una propiedad que ambos cuidaban.

Mientras que el cadáver de Víctor Alonso Díaz, de 55 años, fue hallado en un predio del cantón Ojo de Agua de Usulután, cercano al baipás.

Esta es la tercera muerte violenta que registran las autoridades en dicho cantón desde el domingo pasado.

Asimismo, en caserío Pasaquina, del cantón La Peña, en Alegría, fue asesinado otro hombre dentro de su casa.

Brenda Johana Ortiz, de 24 años, llegó ayer a visitar a unos vecinos en cantón El Borbollón de San Miguel cuando fue asesinada por razones desconocidas.

La víctima vio cuando sus atacantes iban hacia ella y trató de escapar, pero segundos después fue alcanzada por ellos y ultimada a machetazos en el corredor de la vivienda donde estaba de visita, informaron las autoridades.

Henry Estuario Castaneda, de 25 años, fue ultimado en el cantón Tecomapa, en el kilómetro 115 que de la carretera de Metapán conduce a Santa Ana. Mientras que a Jesús Alcides Rivera Fuentes le arrebataron la vida en el cantón El Rosario, de Concepción Quezaltepeque, Chalatenango.

Hallan dos cadáveres con signos de tortura

Dos hombres fueron encontrados ayer asesinados y torturados en diferentes municipios de La Libertad.

Primero fue localizado el cadáver de un hombre que presentaba signos de tortura.

El sujeto había sido asfixiado y estaba atado de manos y pies en un predio situado frente a la residencial Bosque del Valle, en Quezaltepeque.

La Policía informó que el sujeto, de quien no se pudo conocer la identidad, tenía varios tatuajes alusivos a la mara Salvatrucha.

Las autoridades presumen que el hombre no residía en la zona y que los atacantes únicamente llevaron el cadáver al lugar para deshacerse de él.

En el mismo departamento, pero en el municipio de Santa Tecla, otro hombre fue encontrado entre las tumbas del cementerio en similares condiciones.

La víctima había sido torturada y asfixiada con un alambre. Las autoridades no precisaron si había indicios de que el sujeto también hubiera pertenecido a alguna pandilla.