Gasto público aumentó en primer año de gobierno

Los ingresos del Estado han visto una reducción en los primeros meses de 2015

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En los últimos años, el Estado ha demostrado insostenibilidad fiscal, principalmente debido a la emisión constante de deuda y bajos ingresos. foto edh / archivo

Por Pedro Carlos Mancía negocios@eldiariodehoy.com

2015-05-29 8:00:00

Uno de los principales problemas, que continúan dejando una marca en la nación, es el estado de las finanzas públicas, las cuales han tenido una trayectoria crítica desde mediados del 2008, cuando se experimentó la crisis financiera mundial, pese a que se han realizado diversas reformas tributarias en los últimos seis años, destacó el informe económico del primer año de gestión del Gobierno de Salvador Sánchez Cerén, publicado ayer por la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde).

El meollo del asunto es que, a pesar de tanta reforma tributaria, no se han podido alcanzar los niveles adecuados de ingresos del Estado. Por ejemplo, en 2014 los ingresos subieron 1.4 %, convirtiéndose en el desempeño más bajo en la época de poscrisis.

Adicionalmente, en los primeros cuatro meses de este año, los ingresos aumentaron 1.1 %; esto significa que el Gobierno logró recibir impuestos por debajo de lo que se tenía presupuestado. La explicación más sencilla de este problema es que existe un bajo desempeño económico pero también se tienen fallas en las proyecciones fiscales que tiene el Gobierno.

Un punto digno de analizar para poder entender mejor esta agravante es el gasto que el Gobierno tiene. Carlos Pérez, asesor del área macroeconomía y desarrollo de Funde, explicó que para el 2014 hubo una “ligera contención de 0.5 %” en el gasto; lo que implica que entre 2013 y 2014 el Estado regulo sus gastos y logró bajarlos mínimamente .

Sin embargo, el crecimiento del gasto público tuvo un incremento al comparar los primeros meses de 2014 con los de este año. Para explicar mejor: entre enero y marzo del año pasado el Estado gastó 1,082 millones de dólares; en comparación con esos meses del 2015, en donde se puede ver que gastó 1,138 millones de dólares, esto es un crecimiento de 5.2 %.

Aún más preocupante es que el ritmo de crecimiento de los gastos en las finanzas públicas sido de un promedio de 5.5 % en los últimos cuatro años.

El endeudamiento nacional, por otra parte, ha ido incrementado con los años; cuando en 2010 la deuda del Estado representaba el 51.5 % del Producto Interno Bruto (PIB), el déficit fiscal representaba 4.3 % del PIB. Lo curioso es que, aunque la deuda fue incrementando, se logró bajar el déficit en los siguientes años.

El problema fue que la deuda mantuvo un crecimiento constante con el tiempo, caminando de un 51.5 % en 2010, hasta un robusto 57.6 % en 2014. Según proyecciones de Funde, se espera que para este año la deuda llegue a representar el 59 % del PIB, y el déficit fiscal (que se había logrado reducir), llegará al 4.2 %; un punto porcentual abajo de lo que estaba hace cinco años.

Lejos de lo que estas cifras representan, es importante mencionar que un continuo endeudamiento vendría a darle liquidez al Gobierno temporalmente, determinó Pérez. El problema —explica—es que debido a las nuevas emisiones de deuda que ha realizado el Gobierno logrará sanar sus problemas de liquidez para este año; pero el próximo año ya no tendrá más dinero.

Lamentablemente, a estas alturas con una situación inestable, en donde el Gobierno continúa financiándose a través de deuda, lo único que le quedaría por hacer para poder sanar su agravio deficitario es crear nuevos impuestos; sin embargo, esta no es la mejor solución puesto al final terminará repercutiendo en la población.

De igual manera, el asesor de Funde indicó que aún con el último impuesto creado (Impuesto a las operaciones financieras, que establecía retener 0.25 % por cada transacción en efectivo, con cheque o de forma electrónica que supere los $1,000) no tuvo el impacto que buscaba tener. De acuerdo con Pérez, el impuesto solo logró el 60 % de lo que se estaba pensado generar.

Ahora bien, el gasto público sigue superando a los ingresos; el agravante es que el gasto público está desglosado en diferentes rubros, que incluyen consumo del Estado e inversiones públicas.

En el primer rubro, los indicadores del Banco Central de Reserva (BCR) detallan que el consumo creció 3.6 % entre 2014 y 2015; pero la inversión pública demostró una caída del 14 % entre ambos años.

Esto implica que el Gobierno ha solo elevó sus gastos en consumo, sino que ha dejado de invertir; lo que viene a demostrar un gran desbalance en las finanzas públicas.

Entonces, advierte Funde, lo que le depara a la economía para el 2015 es un panorama negativo, según los datos presentados. El informe establece, entre sus perspectivas para este año, que “el lento dinamismo de la economía tendrá como consecuencia una baja recaudación y, por tanto, unas finanzas públicas más proclives a la insostenibilidad fiscal”.

Economía “pasmada”

Roberto Rubio, director ejecutivo de Funde, describió al crecimiento económico como “una economía pasmada”, con esto se refiere a que “la economía no acaba de levantarse”, es decir, que esta todavía no ha despegado como debería.

Explicó que el rumbo de la economía se ha visto truncado en los últimos años, lo cual se ve reflejado en diversos indicadores que demuestran que el país está estancado en su crecimiento y, aún más que le tomaría años en poder lograr un crecimiento económico mayor.

En su informe, Funde denotó que “el año 2014 y los primeros meses del 2015 indican que la economía continúa con un bajo nivel de desempeño”.

Esto se debe a que tres factores importantes para la economía han mostrado reducción, estos son el sector externo, que determina los precios del mercado internacional; las importaciones, que mueven el comercio interno; y las exportaciones, que generan divisas para el país.

Recomienda que el contexto en el que se desarrolla la economía debe cambiar, de otra forma seguirá con “un bajo nivel de desempeño, un sector financiero en desaceleración, reducción de las importaciones, escasa entrada de capital y poca creación de nuevos empleos, entre otros”. Además se debe modificar el clima de inseguridad y de confianza entre los agentes económicos para evitar mayor deterioro.