La validación de casi 21 mil votos tras el recuento ordenado por la Sala de lo Constitucional para la elecciones de diputados en el departamento de San Salvador, ha dado pie a pensar a futuro, de que las fallas que devinieron en esto y otros errores en la elección del 1 de marzo no vuelvan a repetirse y no queden sospechas de qué tantos más pudieron quedar en la sombra.
Esos fueron los planteamientos que el jueves gravitaron en el foro “El sistema electoral en la encrucijada: balance de las elecciones 2015”, organizado antenoche por la Universidad Centroamericana (UCA) y en la que disertaron el magistrado de la Sala de lo Constitucional, Rodolfo González, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Olivo, y el director de la maestría y el doctorado en ciencias políticas de la UCA, Álvaro Artiga.
Artiga fue precisamente quien lanzó la duda de si en los restantes 13 departamentos habrían quedado miles de votos que no fueron contados correctamente, partiendo de que se ha reconocido que hubo problema en el llenado de actas y en el procesamiento de votos, y que en el caso de San Salvador terminó saliendo a la luz casi 21 mil votos que habían quedado invalidados.
“Ya no sabemos si en otros departamentos hay varios miles de votos que se los tragó esos agujeros negros, si se fueron por allí, y como ya no queremos seguir contando, estamos cansados”, opinó Artiga recordando el prolongado conteo inicial de votos.
Tras un mes de conteo, el TSE tuvo que volver a contar los votos para diputados de San Salvador por orden de la Sala de lo Constitucional tras admitir una demanda de amparo de los candidatos: Douglas Avilés (CD), Óscar García (PCN), Erving Ortiz (GANA) y Josué Alvarado (PDC).
La demanda y la posterior orden de la Sala se dio en momentos en que algunos partidos pedían revisar urnas y verificar miles de votos a raíz de una serie de irregularidades en actas de las Juntas Receptoras de Votos (JRV).
Pero varios magistrados del TSE, incluyendo Olivo, se negaron aduciendo que no se justificaba la apertura de urnas y revisión de votos, por lo que finalizaron el escrutinio y anunciaron los resultados.
Tras este anuncio, surgió la demanda y se giró la orden de recontar los votos que al final fue comandada por los magistrados del TSE. Al final se corroboró que había miles de votos no contabilizados como válidos o habían sido erróneamente calificados como anulados, por ejemplo.
El recuento desveló también 80 mil marcas sobre candidatos que tampoco se habían validado correctamente.
Con este caso, el magistrado Rodolfo González dice que si bien se probó que no hubo violación a derechos constitucionales de los demandantes, se logró establecer otras cosas como el valor del voto de cada ciudadano.
Destacó entre esas cosas el tema de los 21 mil votos anulados que ahora pasaron a ser válidos y las 80 mil marcas de lo que informó un magistrado del TSE. “Si hubieran sido 2 mil votos o 200 hubiera sido algo para investigar, porque cada ciudadano cuenta y esto se logró establecer”, dijo.
Por eso, dice el magistrado, el derecho al sufragio no debe entenderse como un simple proceso de llegar al centro de votación, marcar la papeleta, doblarla, introducirla en la urna y olvidarse del asunto.
“También implica qué pasa después, qué pasa con ese voto, si arbitrariamente unos miembros de una mesa deciden declararlo nulo o repartirse voto cruzado y si hay consignas de realizar conductas contrarias, no solo de mala fe sino ilegales”, planteó.
Olivo también tiene su propia lectura, y es que la misma sentencia que dio la Sala de lo Constitucional les dio la razón: no se violó ningún derecho fundamental y ningún escaño se modificó.
Pero sobre los votos validados o “recuperados”, el titular del TSE dice que no se trató de aumentar votos sino de disminuir votos como en el caso del candidato no partidario.
“Entonces, ¿cómo se explica esos 21 mil votos? Porque nosotros utilizamos una metodología diferente, por lo tanto obtuvimos resultados diferentes, nos dedicamos a validar, a respetar la voluntad del votante”, se defiende.
Sobre las quejas de tanta irregularidad y que pese a ello firmaron la declaratoria final de resultados, Olivo dice que lo hicieron porque ya habían considerado que el número de incidencias e irregularidades que planteaban los partidos políticos no llegarían a cambiar la posición de un partido político ni el escaño que habían obtenido sus candidatos.
“Y eso se llega a confirmar con el recuento de votos”, afirma hoy Olivo, pese a que cuestionó ese proceso. También celebró en tono jocoso el que el TSE fue absuelto.
González dijo que no se debe culpar a los cinco magistrados del TSE de los errores, inconsistencias y actuaciones de mala fe que pudieron haber ocurrido el 1 de marzo.
Sobre ese punto dijo haber escuchado de que hubo aparatos de defensa del voto de partidos en contienda que han venido actuando en contra de partidos adversarios al punto de anularle votos. “Me gustaría que se investigara y se estableciera si es cierto”, pidió
Por ese tipo de situaciones es que González insiste en que el TSE debe tener las herramientas legales y el diseño institucional para ejercer control por cuanto son ellos los responsables de si ha habido una violación.
Viendo hacia el futuro
Para el magistrado González, lo que sucedió en el recuento debe ser analizado incluso desde el sector académico y apuntó la necesidad de prevenir errores de este tipo en eventos electorales por venir, por lo que cree importante elaborar un diagnóstico entre las instituciones relacionadas a este ámbito.
El respeto al elector, una cierta lealtad constitucional de los partidos políticos, una cierta lealtad institucional de los órganos en sus respectivas relaciones, son claves, dice, pues nadie quiere llegar a las elecciones legislativas y municipales de 2018 y se ponga en duda los resultados.
“Todos perdemos en la medida que se va reduciendo la confianza de los ciudadanos en el sistema electoral, en la medida en que se reduzca la participación y se termina afectando la legitimidad del sistema electoral que, al final, determina el funcionamiento de nuestra democracia representativa”, valoró.
Para Artiga, no se puede llegar a buen puerto en el tema electoral si se siguen dando situaciones como las ocurridas en marzo, pero también como cuando ARENA hizo denuncias anticipadas de fraude y el FMLN le echó la culpa de todos los problemas a la Sala de lo Constitucional y amenazó con desarticularla, apoyados por el presidente Sánchez.
“En ese sentido tenemos que avanzar con los partidos políticos”, propone Artiga, para quien las elecciones pasadas estaban “condenadas” a tener problemas aún sin sentencia sobre voto cruzado, pues ya en 2012 el voto preferencial suscitó dificultades.
“Nos hemos complicado impulsando una reforma, no haciendo la reforma, regulando de una manera la reforma”, abundó Artiga.
El titular del TSE, Julio Olivo dijo que es necesario ir más allá y reformar todo el sistema electoral y que como organismo electoral ya trabajan en una evaluación interna pero plantean también una exterior en la que participen otros sectores. Incluso habla de diseñar un plan quinquenal.